Biografía Idoia Saralegui
Idoia
Saralegui San Sebastián (Pamplona, 1971) se inicia en la literatura en la
adolescencia, participando en el Taller de Literatura de La Casa de la Juventud
que pone en marcha la revista Doce horas con disnea. Es diplomada en
Trabajo Social por la Universidad de Zaragoza, licenciada en Psicología Social
por la Universidad Pontificia de Salamanca y ha realizado los cursos de
Doctorado en Sociología en la
Universidad Pública de Navarra.
Concejala del
Ayuntamiento de Pamplona desde 1999 hasta 2007, ha formado parte de diferentes
asociaciones de solidaridad, ha organizado jornadas y encuentros de igualdad en
Navarra y, desde 2007, es Técnica de Alta Exclusión del Área de Acción Social y
Desarrollo Comunitario de Pamplona.
Su primera
novela, LA PROPOSICIÓN DE CAROLA, ha tenido una gran acogida en ventas,
información en medios de comunicación tradicional y blogs.
Ha
participado también en la antología “24. RELATOS NAVARROS”, en la que colaboran
diferentes escritores en torno a temáticas navarras.
En los
próximos meses publicará la novela EL EFECTO LIBÉLULA, ya en preparación y
colaborará en la antología POR UNA SONRISA.
Con LAS DOS
VIDAS DE LAURA ganó el concurso de relatos “Se busca escritora”, convocado por
la revista Mujer de Hoy y el Consorcio de Turismo de México.
En febrero
del 2016 quedó finalista en el certamen de relatos de amor de la revista Pandora
Magazine con el relato FANTASÍAS ABSURDAS, germen de esta novela corta que
ha ganado el I Premio de la Asociación de Escritores de Romántica.
SINOPSIS:
GANADORA DEL I PREMIO DE NOVELA CORTA
DE LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES DE
ROMÁNTICA
Salvador e
Irene son amigos. Y si no llega a existir el WhatsApp hubieran podido seguir siéndolo toda la vida. Hasta que una noche, él escribe: “Me
encantaría hacerte el amor”.
A partir de
ese momento y aunque ambos saben que lo suyo es imposible, se hechizarán
mensaje a mensaje. Y espiando su conversación, tú también te vas a enamorar de
ellos.
Una moderna
historia de mensajes cortos y sentimientos largos que te mantendrá en línea del
principio al final. Porque las hormonas te las puede alborotar cualquiera, pero
en cambio las neuronas son muy pocos los que las saben acariciar.
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