Alexander es el primogénito de la familia Lobos. Toda su vida ha tenido que ser el hermano responsable; debía cuidar a sus hermanos, ser el ejemplo, proteger a Clara. Ella huía de una familia violenta y encontró, en la familia Lobos, el amor y cariño que nunca antes había conocido. Pero pronto se enamora del maravilloso hombre que es Alexander, sin embargo, él juró protegerla como hermana y no se permite amarla. García, el antiguo rival de la familia Lobos, comienza a cortejar a Clara. ¿Podrá Alexander negarse al amor de Clara por una promesa?
En un lugar donde la magia es un don y no un castigo, existe la leyenda de un joven príncipe encerrado en otro plano que vigila y espera a que alguien le libere y le dé la oportunidad de llevar a cabo la venganza que prometió a su difunto y asesinado padre.
Solo hay una persona que puede ayudarlo.
Solo su alma gemela podrá salvarlo.
Solo la que, a su lado, haga brillar el Círculo Perfecto podrá liberarlo.
Cuando el pasado de un príncipe es tan oscuro que ya no siente nada en su frío corazón, Cuando la vida de una mágica chica está condicionada por los deseos de quienes la criaron, Cuando todo parece desmoronarse, y se cree que no hay ninguna salida…
¿Puede el amor verdadero entibiar un corazón manchado por demasiada sangre y romper las defensas de una joven que no ha sabido nunca ser quien verdaderamente es?
¿Puede la unión del Círculo Perfecto romper todas las barreras? Evelyn, que ni siquiera creía en la existencia de la magia, tendrá que descubrirlo...
Olivia nunca se ha enamorado de cualquiera, es más, a pesar
de lo enamoradiza que siempre ha sido aún no ha encontrado a nadie que la
hiciera experimentar lo que siente hacia Víctor. Hasta que aparece en su vida
Renato, quien hará que se olvide del chico que conoció en internet, a menos que
éste aparezca definitivamente para cumplir su promesa.
«Segundo, mientras estemos juntos nos perteneceremos».
Cuando Víctor propone seguir dos condiciones, Olivia ve la
oportunidad perfecta para intentar conquistarle mientras el juego dure; aunque
él no esté dispuesto a dejar que traspase las barreras de su corazón. Sin
embargo, las cosas no serán tan fáciles como ellos creen.
Resumen:
Ritual es una novela contemporánea que narra el romance entre
dos personas que se conocen a través de internet: Olivia y Víctor. Cuenta en
primera persona y a dos voces (nunca repitiendo sucesos anteriores contados por
el otro protagonista) todo lo que va sucediendo en el día a día de los dos, con
sus pensamientos y sentimientos. Es una historia en la que la carga emocional y
romántica pesa mucho más que la erótica, y en este último caso, la narración es
sutil y llena de sentimientos.
Presentación de los personajes:
Olivia es... un caso perdido. Jamás hubiera imaginado que el
hecho de adentrarse en esa red social la llevaría a tantos desastres dentro de
su vida. Su simpatía, honestidad y dulzura forman parte de sus fortalezas, por
llamarlo de alguna forma, pero también es algo insegura la mayoría de las veces
y piensa demasiado en las cosas. Hay quienes dirían que debería dejarse llevar
un poco más, pero para alguien que cree no haberlo pasado muy bien en la vida,
es un poco complicado cambiar de la noche a la mañana.
Sin embargo, se deja llevar tanto en ocasiones que ni
siquiera se reconoce. Aún es, como quien dice, una niña, pero creo que se
comporta como una chica de su edad se comportaría en la realidad. Sea o no
insegura. Comparta o no los rasgos de la personalidad de Olivia.
Estudia en la Universidad de Sevilla, habiendo nacido en la
misma ciudad veintiún años antes.
Víctor, a pesar de que al principio pueda ser odioso para las
lectoras, es un cacho de pan. No es lo que típicamente se podría definir como
chico malo. Es un personaje con matices que en ocasiones puede hacer cosas
buenísimas y en otras, hacer algo mal (o malo) sin que fuera su intención
inicial. Es bastante complicado de entender, pero gracias a cierto detalle que
trae el libro, al final acabas entendiéndolo.
Renato es el mejor amigo de Olivia, al que conoce en la
universidad. Estudia su misma titulación, pero en otro turno diferente al de
ella, por eso no coinciden en clase. Es un amor, el chico con el que todas
soñaríamos estar, o al menos tenerlo como mejor amigo. A pesar de algunas cosas
que hace...
María es la mejor amiga de Olivia desde siempre, podría
decirse. Conoce todo de ella y sin que tenga que pronunciar una sola palabra,
ya sabe lo que pasa por la mente de Olivia. También es todo lo opuesto a ella,
pues es bastante más sociable y abierta. Aporta algo de comedia a algunas
situaciones que viven.
Julia es la hermana de Víctor, todo un amor. A pesar de ser
menor que él, es quien le aporta algo de luz cuando está sumido en la oscuridad
y no sabe qué hacer. No aparece mucho, pero le ayuda mucho a tomar sus
decisiones futuras.
Y hay algunos más que los dejaré como sorpresas...
Fragmento:
A veces no somos capaces de vencer la tentación. Se nos
presenta un día cualquiera y nos seduce de tal forma que no pensamos en la
posibilidad de rechazarla. No pensé que pudiera ser capaz de no responder a sus
insinuaciones. Cada vez que le miraba sentía que me dejaba sin aliento. Más de
una vez mi mirada se tiñó de deseo y él parecía aprovechar cada una de las
oportunidades que yo le ofrecía sin darme cuenta. Pero ¿cómo no hacerlo con
alguien como él? Para mí representaba lo prohibido, lo exótico. Y aunque
ninguno de los dos teníamos pareja, o excusas para no dejarnos llevar, algo
había que no nos dejaba actuar con normalidad. Desde aquel beso que nos dimos
no volvió a propiciarse ningún tipo de situación comprometida entre nosotros.
Ninguno de los dos lo buscó, aunque nuestras intensas miradas hablaban por sí
mismas.
Una noche ocurrió algo inesperado. Al salir de la ducha, fui
directa a mi habitación para vestirme y luego ir a cenar. No me percaté de su
presencia hasta que me giré con el pijama en las manos y lo vi sentado sobre mi
cama, observándome. Abrí los ojos como platos al descubrir esa mirada llena de
deseo que me recorría de arriba abajo. Mordí mi labio inferior y clavé mi
mirada sobre la suya. Un miedo irracional se apoderó de mí haciendo que
sujetara con mayor fuerza la toalla, como si en cualquier momento pudiera caer
al suelo y dejarme indefensa ante él.
—¿Qué haces tú aquí? Tu… Tu habitación es la otra —Tragué
saliva, pero me costó. Fue como si hubiera algo en mi garganta que no me dejara
hacerlo. Fruncí el ceño esperando una respuesta, pero al ver que no llegaba de
manera inmediata añadí—Oh, espera… Ahora me dirás que te confundiste de
habitación sin querer, o cualquiera de esas tonterías que os inventáis los
tíos. ¿Me equivoco?
Sonrió antes de que su cuerpo se irguiera y quedara de pie
frente a mí.
—Debo reconocer que soy muy malo por tentarte de esta forma.
¡Y mira que he sido sutil! Quizá hubiera tenido que recurrir a otra táctica
para que cayeras rendida ante mí —Pero ¿qué se habría creído? Alcé una ceja,
por algún motivo intuía que su comportamiento no era el habitual, pero tampoco
sabía qué podía motivarle a actuar de esa forma— ¿Por qué me miras así?
Empezó a avanzar hacia mí y yo di un paso hacia atrás. No fui
del todo consciente de ese movimiento hasta que mis ojos se clavaron en mis
piernas y vieron una delante y la otra detrás. Sonreí al pensar en lo tonta que
estaba siendo. De un momento a otro, mi cuerpo se vio entre la puerta del
armario y su cuerpo; y mi mirada no hacía más que alternar entre sus ojos y sus
labios. Deseaba volver a sentir sus labios sobre los míos.
—Dime que no me deseas y te dejaré tranquila. Pero dímelo, no
creo que pueda aguantar mucho más como un simple amigo cuando tú y yo sabemos
que entre nosotros hay algo más que debe ser resuelto.
Me quedé atónita ante sus palabras. ¿Aún era capaz de dudar
de mis posibles sentimientos hacia él?
—Te deseo.
No pensé mucho la respuesta, ni en las posibles consecuencias
que podría tener. Intenté escabullirme, pero me tenía acorralada; sus brazos se
apoyaban en la puerta del armario a ambos lados de mi cuerpo. Mis ojos seguían
clavados en los suyos. «¿Realmente quiero escapar de él?».
—Yo también te deseo, Olivia.
Se lanzó a mis labios y tomó mi cintura con suavidad,
acariciándola por encima de la toalla. Me aferré con ambas manos a su nuca y lo
atraje más hacia mí, profundizando así en el beso. Al quedar libre la toalla,
esta se deslizó por mi piel hasta que se topó con el suelo; pero yo seguía
demasiado concentrada en disfrutar del beso como para darme cuenta realmente de
lo que había ocurrido con ella. Una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal
al sentir sus dedos sobre mi cuerpo desnudo y no vacilé al acercar mi cuerpo un
poco más al suyo.
—Y así te deseo aún más —dijo jadeante mientras su mirada
bajaba hasta mi cuerpo desnudo. La seguí y fue entonces cuando comprobé que me
encontraba desnuda frente a él.
Volví a sentirme estúpida al intentar ocultar mis partes con
los brazos, sobre todo cuando acercó sus labios a mi cuello y bajó con besos
hacia la clavícula. Impulsó mi cuerpo hacia arriba y me tomó en brazos para
llevarme a la cama. Y a pesar de todos los pensamientos negativos sobre mí y mi
manera de actuar en ese momento, no me opuse a sus deseos. No cuando eran los
mismos que los míos. Me depositó sobre la cama con cuidado y cubrió su cuerpo
con el mío. Saboreó cada poro de mi piel sin saber que con cada uno de sus
besos me estaba llevando a la más extrema locura.
No tuve el valor suficiente para detenerle.
Sin embargo, no hizo falta que me apoderara de mi fuerza de
voluntad, pues él cesó en su empeño para que la situación no se complicara más.
—Joder, Olivia… Tápate antes de que cometa una locura. Debo
poner las cartas sobre la mesa si queremos que ocurra algo más…
—¡Como si yo tuviera la culpa de estar como Dios me trajo al
mundo! Te recuerdo que si no llega a ser por ti esto no habría ocurrido.
Reí al comprobar que a pesar de sus palabras su cuerpo seguía
sobre el mío. Sus ojos marrones aún sobre mi mirada.
—¿No querías que me tapara de nuevo? Pues no veo que tengas
mucha prisa.
Al comprobar que mis palabras eran ciertas, él rió también y
se levantó. Yo también lo hice para coger la toalla y volver a colocarla sobre
mi cuerpo, ocultando lo que hasta hacía unos segundos había estado a su merced.
—Me harías un gran favor si salieras de la habitación y me
dejaras cambiarme, por no añadir que también te vendría bien a ti. No creo que
sea agradable ponerte peor de lo que ya estás. Nunca estuve de esta forma con
un hombre, pero no soy tonta. Sé que ahora, aunque tenga esto cubriendo mi
cuerpo, te mueres por hacerme tuya —Me estaba pasando de lista, pero me
encantaba provocarle—. ¿O vas a negármelo?
Tras asegurarme de que la toalla no se caería con el mínimo
movimiento, simulé posar para él de forma sensual reprimiendo una risita.
—No, no lo niego —respondió mientras se acercaba de nuevo
hacia mí con esa mirada que me trasmitía todo el deseo que sentía por mí.
Tuve que controlarme para no temblar y mostrar mi debilidad
ante él. ¿Por qué las mujeres tendríamos que ser tan débiles ante los hombres?
—Vete ya antes de que me importe una mierda esas cartas que
tienes que enseñarme.
Y lo decía muy en serio. Si Víctor permanecía un minuto más
en mi habitación no habría nadie que me quitara de la cabeza la idea de perder
mi virginidad aquella noche.
Esto no me puede estar pasando. ¿Tan horrible he sido como ser humano? Primero me muero. Luego me juzgan. Y ahora el mismísimo Dios me asigna un trabajo que detesto a cambio de mi plaza en el Cielo. ¡Por favor! ¿Que yo sea Cupido? ¿Que empareje a completos desconocidos y les lance flechas como si fuera un indio del oeste? Sin duda, por aquí arriba han perdido la cabeza y se han empeñado en que yo me una a su club de dementes…
Todos hemos pensado que será de nosotros una vez hayamos muerto, aunque muy pocos han imaginado convertirse en Cupido y pillarse un pedo con San Pedro.
Las cosas nunca son fáciles, pero Claudia piensa que lo serían un poco más si sus hermanos no hubieran huido de casa hace tantos años. O si le gustara la carrera que está estudiando. O si su madre dejara de ordenar las cosas de tres en tres. O si su novio entendiera que si Claudia tiene que marcharse a Estados Unidos, es porque su hermana la necesita.
Las cosas nunca son fáciles, pero Claudia piensa que lo serían mucho más si Hunter no la mirara con esos ojos de tempestad. Si dejara de pedirle que no vuelva nunca a España y, sobre todo, si ella no sintiera algo por él.
«No te vayas», dice Madrid. «Quédate», dice Estados Unidos. Mediante un blog, esta joven madrileña intentará poner en orden sus pensamientos y tomar una decisión. Porque las cosas nunca son fáciles, pero a veces Claudia cree que algún día lo fueron. Hace mucho. Cuando la noche olía a hierbabuena.
No hay besos sin hierbabuena es un viaje al corazón de Estados Unidos a través de las emociones y los más profundos anhelos, un canto al difícil camino hacia la madurez.
Simone tiene 24 años y sufre ataques de ansiedad y
depresiones desde que sus padres murieron en un accidente de automóvil, dos
años antes. La cicatriz que cruza su cara y la acompleja, le recuerda a diario
que ella también iba en ese coche. Para escapar de ello, su mente crea
fantasías eróticas con un chico imaginario, antes de dormirse. Cuando una noche
de lluvia éste aparece en su puerta, de carne y hueso, llamándola por otro
nombre y contándole una apasionante historia de espada y magia, Simone no
imagina que la vida que conoce, está a punto de cambiar para siempre.
Arlan el Gato es un guerrero del Esplendhor que tras reencontrarsecon su gran
amor en un mundo extraño y después de numerosas adversidades, ve como ella no
le recuerda ni a él, ni su don de controlar y crear hermosos sueños, ni las
noches de pasión que vivieron en ellos.
¿Debería Simone llamar a un hospital psiquiátrico? ¿Es realmente posible que
venga de otro mundo? ¿Conseguirá hacer suyo en la vida real, a ese apuesto
desconocido con quién ha fantaseado durante tanto tiempo?
¿Conseguirá Arlan hacer que Simone se reconozca a sí misma y lo recuerde? ¿Logrará
que recupere su don de los sueños? ¿Hasta cuando continuará resistiéndose al
deseo de ella, por principios caballerescos?
¿Conseguirán vencer los peligros en los que se ven envueltos?
Este es solo el comienzo, la punta del
iceberg de una historia llena de amor, erotismo, amistad y música a través de
los mundos, contada por sus protagonistas.
Resumen:
En el libro se narran los dos
mundos desde el punto de vista de ambos protagonistas.
En la Tierra y a través de
Simone, vemos que Arlan aparece ante ella dejándola atónita. Desde ese momento
se instala en su casa y está seguro de que ella, en realidad, es otra persona. ¿De
donde ha salido? No será sencillo para ninguno de los dos, resisitirse al
deseo. Por si fuera poco, alguien parece querer terminar con ellos.
A través de Arlan conocemos lo
sucedido en Esplendhor antes de que llegara hasta Simone. Como su amistad con
Líah Padaland se va transformando en algo más. Algo secreto y prohibido que va
más allá de los sueños. Como entran en juego las fuerzas de mal, cuyo reino
estaba hasta entonces prisionero bajo una burbuja de energía mágica para pagar
por sus males. Como desde entonces todo a su alrededor se desmorona.
En esta historia encontramos
mucha música y los títulos de los capítulos son títulos de canciones de amor
traducidas al castellano que pueden escucharse en una lista de reproducción de
Spotify y leerse traducidas en su canal de Youtube.
Presentación de los personajes:
Simone
Trabaja en la cafetería de un
teatro de la ciudad. Acomplejada por la cicatriz de su cara, tiene ataques de
ansiedad y depresiones. Es muy fantasiosa y le gusta salir por ahí con sus amigos.
Lleva una relación imaginaria con un chico que su mente ha creado.
Arlan el gato
Teniente del Fuerte de Justicia y
Guerra en Esplendor, un mundo cercano a éste. Es un gran y fiero guerrero en el
campo de batalla, pero muy tímido e inseguro con las mujeres. Cuando ve a Simone,
está seguro de que ella es en realidad Líah Padaland, el amor de su vida.
Líah
El gran amor de Arlan el Gato.
Segura de sí misma, valiente y buena con la espada, es la hija del general de
Justicia y Guerra. Al darse cuanta de la timidez de éste, se divierte
poniéndolo colorado. Tiene un don muy especial que solo su mejor amiga y su
amor, conocen.
Personajes secundarios:
Jhi
Es casi una hermana para Líah. Se criaron desde niñas y es
un año mayor que ella. Los padres de Jhi viven en Bordeado, un pueblo cercano
al Fuerte de Justicia y Guerra, mientras ella lo hace en éste junto a su amiga,
como su dama personal. Es responsable y un poco huraña a veces pero no pueden
vivir la una sin la otra. Cuando conoce la especial relación entre Arlan y
Líah, está en contra de ésta por temor a que el guerrero haga daño a su amiga y
se muestra desconfiada y antipática con él.
Carter
Tiene unos 30 años y es psiquiatra en el centro "Los
Perdidos" de la ciudad. Serio y muy bueno en su trabajo pero fuera de él,
un ligón sin remedio. Tiene un gran sentido del humor y es irónico. Un buen
tío, pero un rompecorazones. Siempre va bien vestido y frecuenta los
restaurantes y discotecas de moda en la ciudad.
Jenna
La mejor amiga de Simone. Tiene 25 años, es fotógrafa
freelance y un poco rockera y punk. Le encanta teñir su cabello de colores algo
estridentes. Es segura de sí misma y uno de los grandes apoyos de Simone, con quién compartía piso
hasta que se mudó con Chloe, su novia y con la que va a casarse en breve.
Fragmento:
SIMONE
—Te dije que había pensado en ti antes
de conocerte. —Me detuve en medio de la calle e hice acopio de valor—. En mi
imaginación he estado contigo… —No sabía cómo decirlo sin morirme de
vergüenza—. Esto… llevo acostándome contigo unos dos años. En las últimas
semanas incluso te he visto, de alguna
forma. Conozco cada centímetro de tu piel, mi cuerpo te reconoce cada vez que
me tocas… te he escuchado gemir estando dentro de mí y he sentido que te
quería.
Tomó mi rostro en sus
manos y pensé que iba a besarme. Deseé que lo hiciera, deseé parar en una
farmacia y que continuáramos en mi habitación.
—Eso es porque aún me
amas como yo te amo a ti —susurró.
—Pero eso no puede
ser.
— ¿Entonces como lo
explicas?
—No lo sé.
Acercó sus labios a
los míos, cerró los ojos y yo hice lo mismo, expectante. No pasó nada, aunque
sus manos seguían en el mismo lugar. Cuando volví a abrirlos, él estaba mirando
hacia un lado.
Pelayo y Etna no están en su
mejor momento, aunque quizás sea que su momento ya pasó. Pelayo se resiste a
pensarlo así y Etna… Etna solo quiere olvidarlo. En estos momentos se halla un
poco perdida y no sabe qué hacer; volver a casa o continuar con su trabajo
soñado. Gracias a su mejor amiga, Etna conoce a alguien que le enseñará que a
veces, los sueños que cumplimos, son muy esclavos y no nos dejan disfrutar del
resto de las cosas, que la belleza y la felicidad no es lo que hemos imaginado,
sino el ahora, el presente… y para eso hay que tomarse la vida de otra forma.
Resumen:
Etna, nacida en Irlanda, como muchas jóvenes de
nuestros días, sueña con trabajar de lo que ha estudiado, sueña tener
independencia económica… y ser libre emocionalmente. De niña, su padre
desapareció mientras faenaba en el mar,
y no mucho después su madre falleció en un accidente de coche, por lo
que pasó la adolescencia con sus tíos, que siempre la trataron como a su propia
hija ya que ellos nunca tuvieron descendencia.
Pese al amor recibido, Etna no parece que lo
agradezca demasiado; sólo se centra en ella.
Un día, mientras practica su deporte en una
playa, piragüismo, conoce a un chico español. Pelayo no es muy guapo
precisamente, pero parece tener cierta simpatía que le atrae. Finalmente ella
cree que podría tener algo más con él, pero él decide poner unos límites muy
claros; quiere libertad por si durante su ausencia hubiera otras oportunidades,
otras chicas… ella le dice que perfecto, pero Pelayo no se dará cuenta de su error
hasta que vea a Etna liándose con un amigo, Simón.
Desde ese momento el intercambio de reproches,
los vacíos, y las experiencias vividas con anterioridad (y posterioridad) harán
el resto; los amigos pondrán los puntos sobre las íes, la vida les dará esos
famosos avisos que a todos nos da de vez en cuando... y cada uno acabará
dándose cuenta de sus errores y de lo que es verdaderamente importante.
Presentación
de los personajes:
·Etna,
irlandesa criada en Kerry, bióloga marina, 26 años (aunque esto es variable).
Independiente, deportista, trabajadora… y egocéntrica, lo cual en muchos
aspectos se interpreta como “misteriosa” al no ser demasiado abierta por estar
pensando en sí misma.
·Pelayo,
trabaja en Jaca como maestro, es delgado y aparentemente apocado, con más genio
del que parece. Pese a que el físico no le acompaña, logra conseguir a chicas
interesantes y guapas. No se sabe si por influencia de sus amistades, por sus
propias creencias o por qué, pero a veces tiene un comportamiento machista con
sus parejas o con las que ya no lo son.
·William,
atlético y bohemio, mestizo, tímido hasta que logra abrirse. Suele tener mucha
paciencia pero no por eso es menos sincero. Tiene muy claras sus ideas y lo que
considera básico en la vida. Trabaja en el pueblo ayudando en el pub,
arreglando casas, coches… lo que surje, pero lo que a él le gusta es la pintura
y la escultura.
Personajes secundarios:
·Lizzy, amiga
de Etna desde que comenzaron en el equipo de piragüismo. Mucho más dulce y
amable de lo que pudiera aparentar, pues es algo voluminosa y fuerte. Le gusta
la música y quiere abrir una academia artística multidisciplinar.
·Eric,
el chico guapo del que todas las del equipo están coladas, ese amor platónico
adolescente, ese que ¡al final se enamora de la que menos creíamos!
·León, nuevo
amigo de Etna. Lo conoce en una playa; él es socorrista. Nunca sabremos qué
tipo de pareja sería la ideal para él.
·Carol,
tía carnal de Etna. Paciente y alegre. Deja que Etna decida por sí misma sin
anteponer otras cuestiones, como la unidad de la poca familia que queda.
·Paddy,
esposo de Carol, tío de Etna. Muy cariñoso, le consiente todo porque ella es su
favorita. Es el dueño de un pub en el pueblo.
·Fernando,
de Burgos empleado de una fábrica. Conoce a Etna en el Descenso Internacional
del Sella, cuando ella tenía 17. Él es mayor que ella, por lo que la cuida y
mima hasta que considera que tiene edad como para poder intentar ligar con
ella. Está enamorado, pero no le gusta que le utilicen…
·Bosco, amigo
de Pelayo, un poco tontorrón, le gustan las payasadas; muecas, gestos,
teatralizaciones…
·Jorge,
uno de los amigos incondicionales de Pelayo que viven en Huesca. Optimista y
simpático, buena persona.
·Mario,
también del grupito de Pelayo. Nervioso, activo, poca paciencia… dice las cosas
sin pensarlas mucho, pero suele tener razón.
·Daniel,
amigo de Pelayo, poco comunicativo pero, cuando abre la boca, suele soltar
algún improperio que a veces resulta cómico y otras muchas te dejan pensativo
acerca de si los pedagogos, psiquiatras y padres del mundo saben lo que hacen.
·Carmen
y Mercé, dos chicas de Tarragona que conocen a Pelayo y sus amigos durante el
viaje de interrail por Europa. Una de ellas acabará mudándose a Huesca para
poder vivir con su novio.
·Simón,
colega de Pelayo y su grupo. Quizás alguna vez fueron buenos amigos, pero se
han ido distanciando y finalmente sólo comparten el gusto por salir de fiesta
en verano. Cuando quiere puede ser amable y persuasivo, pero por regla general
es arrogante y brabucón. Un chulo de discoteca de los de toda la vida.
“Abrió los ojos, el sol
en la calle ya era demasiado caliente.
¡Vaya!
No creía que anoche se lo fuese a pasar tan bien; León era un chico muy majo,
alegre y amable. Se le veía buena persona… aunque Etna de esa impresión ya no
se fiaba ¡hay tanta gente en el mundo que parecen buenas personas al principio!
Se
levantó de la cama y se dirigió a la cocina. En la nevera le quedaban un par de
yogures y una lechuga. Cogió los yogures, una cucharilla y se sentó en el sofá
del salón. Mientras comía los yogures veía dibujos en la televisión. Se acordó
de que tenía el móvil apagado, así que se levantó a por él y lo encendió. Al
cabo de unos segundos sonaron varios mensajes:
—¡Joder!
Y eso que es sábado —dijo en voz alta mientras miraba quién podría haberle
escrito o llamado durante la mañana.
—¡Ay,
León! Qué madrugador —eran mensajes de aviso de llamada, así que contestó a las
llamadas— ¿Hola? Soy Etna, ¿a qué hora te has levantado?
—Pues
me encontré con una amiga de la facultad y… total, que aún no he llegado a
casa.
—¡Qué
loco! Te invitaría a desayunar, pero como no quieras lechuga y agua…
—¿Lechuga
y agua? Mira que sois raros los guiris —se mofó—. Te llamaba para que te
volvieras con nosotros, que te fuiste muy pronto y te quería presentar a un
amigo con el que congeniarías muy bien.
—No,
no… paso de hombres, no me busques novios.
—¡Bah!
¿Qué vas a pasar? Que este chico, si lo vieras, te gustaría —insistió.
—Que
no, gracias pero no… necesito depurarme, desintoxicarme. Estoy de ayuno —rió
ella—. Que con las sobredosis que he tenido ahora necesito una temporada de
sequía.
—Bueno,
como quieras —aceptó León—. Mañana te vienes a comer, ¿no?
—No
lo sé, tengo que hacerme la maleta. Que me mandan a Dublín, acuérdate.
—Mujer,
¿pero qué te vas a llevar? ¿La casa entera? —se extrañó pensando que Etna
exageraba al decir que no tendría nada de tiempo.
—Pues…
igual sí, me mandan un par de meses —aclaró con tono de pena, pues acababa de
conocer a León y le hubiese gustado conocerle mejor.
Se
hizo un silencio.
—De
todos modos ya te invito a que vengas a verme cuando puedas, eh —rompió el
hielo Etna—. Allí, mientras esté yo no te va a faltar un colchón y un techo.
—Bueno,
si te vas por trabajo… ¡porque no será por aburrimiento, que menuda fiestera
estás hecha! —bromeó él haciendo referencia a la noche anterior.
—No,
desde luego que aburrirme, con los españoles, no me aburro —bromeó ella
recordando a toda la gente que había conocido y todos los quebraderos de cabeza
causados.
—Y
un plato también me pondrás, ¿no? —matizó él.
—Sí,
pero vaso ya no —y guiñó un ojo, ¡como si León le viese a través del auricular!
—Chiquilla,
que te dejo, que ya no puedo más —dijo León con un bostezo.
—Venga,
un beso —y colgaron.
Se
levantó del sofá, fregó la cucharilla y empezó a preparar ropa y demás enseres
que quería llevarse a Dublín. Se paró a pensar, y suspiró. Cada vez le daban
más pereza este tipo de viajes, estaban dejando de ser tan emocionantes.
El
resto lo metería en cajas, luego lo llevaría al trastero, donde guardaba sus
pertenencias cuando se iba de viaje sin saber cuándo volvería, de este modo
solo tenía que pagar alquiler de trastero y no de apartamento.
¿Y
qué hacía con la piragua? ¿Se arriesgaba a enviarla por mensajería aunque le costase
un riñón o la abandonaba en Huelva? Su querido kayak Leprechaun, el
mejor regalo que le hicieron nunca.
Se
le empañaron los ojos.
—¡A
Leprechaun me lo llevo! ¡No se le abandona NUNCA! —dijo con melancolía y
rabia mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos como si en vez de lágrimas
limpiara algo sucio que le había caído a la cara.
Leprechaun… así le llamaban sus
padres de pequeña, «duende».
Su
padre no estaba mucho por casa. Era un hombre curtido por el mar, el frío y el
sol. Era pescador, y cuando volvía a casa olía todo a mar. Él le enseñaba los
nombres de los animales del mar, los nombres de los acantilados y ensenadas, le
enseñó lo básico de las costas para poder navegar sin miedo… y Etna nunca tenía
miedo en el mar.
Una
noche Etna se despertó, tenía diez años. Su madre estaba levantada con una bata
puesta en el salón hablando con un agente de policía. Recuerda que su madre no
lloró delante de ella ni delante del guardia, pero le temblaba la voz a veces.
Etna escuchaba al lado de la puerta y oyó lo que dijo el hombre. Ya no se
acuerda de las palabras exactas, solo que significaban que su padre no volvería
porque llovía mucho, había una fuerte tormenta y era peligroso salir en su
búsqueda.
¡Imposible!
Su padre sabía moverse con altas olas y sin ellas, sabía dónde había rocas
ocultas, sabía nadar, sabía… Pero nunca volvió. Su padre ahora descansaba en el
mar.
Cuando
Etna aprendió a remar aprendió a estar en paz, comprendió que así estaba con su
padre. Pese a todo, seguía fascinándole el mar, no le tenía miedo.”
Otras
novelas publicadas: Saga “L unar de media luna”, publicadas hasta la fecha “Lunar de media
luna” (1) y “Viaje a Norrköping” (2), pendiente del tercer y último libro…
Dónde
comprarlo: Amazon (on line, formato Kindle y papel) y Taj Mahal Cómics (Zaragoza
y web, formato papel)
Sinopsis: Natalia una profesora de primaria, que acaba de salir de una relación desastrosa. Y para colmo empieza a ser acosada, cuando por casualidad conoce al guapo y sexy Derek, un detective de la Policia de Boston. Natalia se ve envuelta en una serie de sucesos, en los que tendrá que tomar desiciones difíciles. Una historia donde las casualidades, no son nunca lo que parecen.
Biografía: M. Montenegro nací en Barcelona, en 1989. Actualmente vivo en un pueblo que se llama sant antoni de vilamajor, de Barcelona. De profesión peluquera desde hace más de diez años, amante de la lectura y escritura desde siempre ¿Aún quieres saber por qué? Es mi primer libro y espero que le sigan más, ya que este mundo me apasiona.