Nombre/seudónimo autor: Jossy Loes
Título: Y te cruzaste en mi
camino.
Género: Romántico contemporáneo.
Saga: No
Sinopsis:
Diana Calderón es una joven con una carrera que ama, pero no
progresa debido al apellido que la precede y a la burbuja en la que vive.
El día de su boda se da cuenta de que su vida está vacía, no era lo que una vez soñó. Sin pensarlo, huye de la iglesia humillando a su familia y al que sería su futuro esposo. Con la ayuda de su mejor amigo, toma una decisión trascendental: comenzar desde cero y perseguir sus sueños.
Acepta cruzar el océano, cambiar parte de su aspecto, aterrizar en Nueva York y, con un nuevo nombre, pretende ser una mujer distinta a la que dejó en Madrid, pero el destino le tiene preparadas varias sorpresas.
La primera: tropezarse con el hombre con la peor reputación
que hubiese conocido.
Y la segunda: que ese hombre llamado Alex McDaniels se convierta en su jefe.
Ambos se declaran la guerra el día que se conocen, comenzando un juego de desafíos constantes en el que nacerá una fuerte atracción que rozará el límite de la confianza y el orgullo, y aprenderán a reconocer el verdadero amor rompiendo todas las barreras que se interponen para llegar a sus corazones.
Y la segunda: que ese hombre llamado Alex McDaniels se convierta en su jefe.
Ambos se declaran la guerra el día que se conocen, comenzando un juego de desafíos constantes en el que nacerá una fuerte atracción que rozará el límite de la confianza y el orgullo, y aprenderán a reconocer el verdadero amor rompiendo todas las barreras que se interponen para llegar a sus corazones.
Resumen:
Diana Calderón es una
joven de una familia acaudalada. Siempre ha vivido en lo que ella llama una
burbuja, siendo condescendiente al que sería su futuro marido. Y no es hasta el
día de su boda que se da cuenta que en su vida faltan mucha de esas metas que
una vez soñó.
Sin saber qué hacer,
recurre a huir de su propia boda y creando un escándalo que humilla a Alonso,
el hombre con quien se iba a casar y su familia. Sin embargo, su mejor amigo
había asistido a la boda y es quien le sugiere salir del país. Ella lo reflexiona
y acepta.
Cree que esa nueva
oportunidad debe venir con cambios físicos sin darse cuenta que también
necesitaba aceptar el cambio que dará su vida, comenzando con un trabajo que en
un principio se negaba aceptar y que su jefe sería el hombre más detestable de
Nueva York, pero Diana se había prometido que ningún hombre volvería a dirigir
su vida y ese lema lo aplicará con Alex McDaniels.
Los desafíos son constantes, así como, el
aprender a comprenderse y llegar al corazón del uno y del otro. Aunque la
confianza se pondrá a prueba y el orgullo será el primer obstáculo que juntos
deberán destruir para conocer por primera vez en sus vidas el amor.
Presentación de los personajes:
Diana Calderón: si en
un principio se nos muestra insegura dejándose llevar por los demás, puede
llegar a ser cabezota y orgullosa. Es ingeniosa y valiente cuando lo requiere,
ingenua, perseverante y paciente muy paciente con su jefe, alegre y divertida.
Amante de lo ecológico, aunque sufre una fobia que es a los animales de sangre
fría.
Alex McDaniels:
Inteligente, perspicaz, perseverante, testarudo, insoportable, engreído, amigo
de sus amigos, excéntrico, familiar, leal y travieso.
Personajes secundarios:
Sam Blaker (mejor
amigo de Diana Calderón)
Ana Calderón (hermana
de Diana)
Wendy (columnista de
farándula y amiga de Alex McDaniels)
Alisson (prometida de
Sam)
Max (mejor amigo de
Alex)
Fragmento:
Madrid, 28 de junio. Parroquia de San Ginés.
—Queridos hermanos, como bien sabéis, estamos reunidos aquí
para celebrar el sagrado sacramento del matrimonio.
»Hoy este hombre y esta mujer quieren sellar su amor…
Son las palabras más importantes de la vida de una pareja en
el momento que aceptan dar ese paso y que puede cambiar su vida para siempre.
Un momento importante para dos familias que esperaban esta unión como agua de
mayo.
—Alonso y Diana, ¿venís libremente para contraer matrimonio?
Alonso respondió de inmediato y sujetó con disimulo del codo
a Diana.
—¡Ah!... ¡Sí! ¡Sí!—titubeó Diana. El
sacerdote entrecerró la mirada y por la mente de ella pasó la conversación
previa de los cursillos prematrimoniales.
—Alonso y Diana, ¿prometéis un amor mutuo durante toda la
vida?
—Sí —contestó de nuevo Alonso, Diana miró a ambos y afirmó
bajando la cabeza.
—Alonso, repite conmigo: «Yo, Alonso Ferrero Gutiérrez te acepto
a ti, Diana Elena Calderón Blanch, como mi legítima esposa».
Se escucharon suspiros que alertaron a Diana. «Esto no está
bien», se dijo. Cerró sus ojos escuchando a Alonso repetir las palabras que el
sacerdote señalaba. «Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso en la
salud y en la enfermedad, el amarte y respetarte todos los días».
—¡Diana! —exclamó el sacerdote. Se sobresaltó y fijó su
mirada en Alonso y luego en el sacerdote, para terminar, negando con la cabeza.
Alonso abrió los ojos y tomó sus manos.
— ¡Di! —murmuró— relájate cariño, solo debes repetir lo que
dice el padre Francisco. —Pero siguió negando con la cabeza.
—Lo… Lo siento, Alonso, no puedo. —Alonso clavó sus ojos en
ella, frunció su entrecejo y musitó entre dientes.
—Cariño, estás nerviosa por la ceremonia, por todos los
preparativos, solo tienes que repetir y verás que acabará rápido.
Por unos segundos, ella le mantuvo la mirada y al final,
volvió a dar otra negativa. Giró ante las personas congregadas y dejó caer el
ramo. La boca de su madre tembló, dando paso a un sollozo incontrolable.
Diana sabía que estaba humillando a su familia, serían la
comidilla de la sociedad. «Diana
Calderón Blanch, la hija ejemplar, ha dado el escándalo del año».
Vio como su padre, se llevó las manos a la cara. «¡Dilo de
una vez Di!», pensó. Empujándose a sí misma, para ser valiente. «No puedes
ahora echarte atrás». Tragó saliva y apretó sus labios.
—Lo siento, no puedo casarme.
Sujetó parte de la falda de su vestido y corrió. Escuchó a
Alonso llamarla, levantando la voz, la gente gimió en alto y a medida que
avanzaba, tuvo unos segundos para ladear su cabeza a la izquierda.
Y ahí, cruzado de brazos, estaba la persona que, tras varios
años sin tener contacto, rogó que no se casara. La conocía a la perfección, le
aseguró que no amaba a Alonso que, ese matrimonio sería una condena perpetua
para ella.
Diana quiso detenerse y reprocharle. Sus constantes ruegos, lograron lo que quería, pero no tenía tiempo para
reprocharle. Su mente y cuerpo le pedían salir del lugar y correr para nunca
más volver. Pasó un taxi, lo detuvo y entró, aunque Alonso pudo alcanzarla.
—¡Cierre con seguro! —imploró con desespero.
—¡Diana abre la puerta! —gritó Alonso.
El taxista dudó en abrir.
— ¡No! — rogó Diana.
Alonso exasperado, señaló.
—¡Abre de una puñetera vez la maldita puerta! ¡No seas una
niñata de mierda!
Esas palabras la hicieron reaccionar determinando que no
habría marcha atrás a su decisión.
—¡Por favor! ¡Sáqueme
de aquí!
El taxista vio su rostro y aceleró a toda prisa. Diana no
miró atrás, si lo hacía, terminaría en una vida que no quería.
—¡Oh!, ¡Dios!, ¡Qué
he hecho! —exclamó Diana.
—Señorita—dijo el taxista confundido a lo que pasaba—. No me
ha dicho a donde debo llevarla.—Diana cruzó sus manos y sin saber si era lo
correcto respondió.
— A la Castellana.
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Papel: CONTACTAR CON LA EDITORIAL info@besosdepapel.com
Web/blog autor: https://jossyloes.wordpress.com/
¡Hola!
ResponderEliminarMmmm soy bastante quisquillosa para los libros románticos y me tienen que llamar muuuucho la atención para apuntarlos, y este no es el caso.
¡besos!