Lúa siempre ha sido un tanto diferente al resto. Centrada en su carrera profesional nunca se ha relacionado demasiado con amistades y compañeras de trabajo. Su vida es la medicina y su marido, su único amigo desde los nueve años. Es una mujer racional, que valora siempre los pros y los contras de todas sus decisiones y nunca se deja llevar por los sentimientos. Pero encontrarse a su marido en la cama con otra trastorna todos sus esquemas.
Terminada su residencia en el hospital, Lúa decide embarcarse en la mayor aventura de su vida y se va como voluntaria en una misión de Médicos sin fronteras en una región recóndita del Congo para volver a poner su vida en perspectiva. Y allí, en mitad de la selva, conocerá a Matt, la persona menos indicada para que desate sus sentimientos y tal vez la única que conseguirá cambiar su manera de ver la vida.
Reseña:
Esta es la segunda novela que leo de Pat Casalà y ya empiezo a ver varios puntos en común pero hay uno que me tiene despistada, no sé si me agrada o me disgusta.
Antes de incidir en ello, os hablaré a grandes rasgos de la historia. Por un lado, tenemos a Lúa casada con Cesc, siempre han estado juntos siendo mejores amigos y nunca han estado separados. Pero ella cada día está más ausente por el trabajo y él busca más implicación en una relación, así que acaba poniéndole los cuernos y Lúa lo pilla con las manos en la masa.
He de advertir que la protagonista es cuadriculada pero literal. Hace listas para todo, no se enfada, no muestra ningún tipo de sentimiento, la procesión siempre va por dentro. Esto es algo que vuelve loco a su marido y a otra persona que conocerá en un futuro. Cierto es que la única relación que tuvo era algo... peculiar -y ahí lo dejo-.
Con lo cual, las perspectivas de Lúa cambian, se queda sin marido y las salidas laborales tampoco están claras, por lo que decide cumplir uno de sus deseos: ir de voluntaria a Congo.
Allí se adaptará bastante bien a las diferencias y al gran cambio de vida, pero siempre con su organización y sistema cuadriculado. Pero en Congo también conocerá a Matt.
Matt es todo lo contrario a Lúa, rompe todos los esquemas y listas de la protagonista e intenta que se desmelene y viva la vida. El tira y afloja durará más de lo que pensáis,porque Lúa es muy tozuda, en algún momento llegué a pensar que Matt iba a tirar la toalla.
Es una relación bonita, progresiva, complicada y sin reglas. Intentan vivir el día a día sin pensar a largo plazo, pero en algún momento la burbuja se romperá y la realidad llamará a sus puertas, no pueden vivir para siempre en Congo y las cosas se tuercen -y mucho-.
¿Qué mejoraría de esta novela?
Son manías personales y depende de cada uno pero en mi caso lo he echado en falta.
En primer lugar, más descripciones. Quizás la autora ha preferido hacer una novela más sencilla, rápida de leer y no ha querido abusar del contexto.
Para mí, en esta novela, las descripciones del entorno serían un acierto, consiguiendo embellecer aún más la historia. En especial a la vida en Congo, ahondar en las costumbres, en las relaciones con las familias cercanas... los médicos y enfermeros se implican en lo que hacen, no creo que solo les asistan sino que también les den consuelo. La autora pasa de refilón, centrándose tan solo en la relación, o al menos esa ha sido mi sensación.
El último apunte lo guardo para más adelante.
Al comienzo de la reseña os dije que veía similitudes entre esta novela y Rumbo a ninguna parte en el estilo, porque las historias no tienen nada que ver.
Es obvio que se asemejan en el estilo porque fueron escritas por la misma autora, hasta ahí llego, pero sí que noto ciertas similitudes entre Lúa y Aurora (Rumbo a ninguna parte: son protagonistas fuertes, con un señor carácter pero muy difícil de simpatizar con ellas. O por lo menos yo -que me he labrado una fama de borde desde que tengo doce años- pero con ellas es como muy extremo, se cierran demasiado en banda y aunque estemos en su cabeza -porque está narrada su parte en primera persona- se me hace difícil empatizar con ellas.
Está bien ser borde, contestar mal, tener carácter pero hasta cierto punto si no consigues el equilibrio pasa que el lector acabe anestesiado, vamos que le da igual que Lúa enfermara y se temiera por su vida, creo que esa insensibilidad del lector hacia un protagonista no es buena.
Es una pena que en los últimos capítulos viéramos el verdadero yo de Lúa, más cercano y cálido, una persona que respeta su esencia "cuadriculada" pero que a veces le no le importa limar las esquinas de su cuadrado. Conociendo una protagonista más humana, con Aurora creo que esto lo vimos más dada la extensión de la novela pero con Lúa no me ha quedado esa sensación.
Saco la tarjeta que me había reservado para más tarde, en el libro de Rumbo a ninguna parte me llamó poderosamente la atención el juego de la primera y tercera persona que en Un último día conmigo también usa. Pat Casalà, aclaro para quienes no la conozcan, usa la primera persona para las protagonistas y la tercera para ellos.
Si bien es cierto que en la otra novela me gustó en esta hubiese preferido tanto la visión de Lúa como la de Matt en primera persona, porque he sentido que apenas hemos conocido a Matt salvo su empeño en conquistar a la protagonista. Hubiera aportado más a la novela porque nos embarcaríamos en otra nueva aventura y es cómo vivir la fama en tus propias carnes, le podría haber sacado más partido.
Para ir concluyendo ya... breve referencia a los personajes secundarios, no tienen gran relevancia -por eso son secundarios- pero aportan a la novela que es lo que importa, dando ligereza y descargando la historia de esa electricidad y tensión entre los protagonistas. Detalle a destacar ese cierre completo con el futuro de Cesc, todos los cabos cerrados para una novela autoconclusiva, sumando muchos puntos conmigo.
Por último, el título: le va como anillo al dedo. Me gusta que tengan sentido y reflejen la esencia de la novela, creo que la autora lo ha conseguido.
En definitiva, es una historia bonita que me ha enganchado, pasando buenos momentos con ella pero que podría haber dado más de sí. Opinión totalmente subjetiva porque la autora tiene un estilo cuidado y engancha con cada una de sus palabras.
La edición una auténtica pasada, os dejo alguna foto:
Antes de incidir en ello, os hablaré a grandes rasgos de la historia. Por un lado, tenemos a Lúa casada con Cesc, siempre han estado juntos siendo mejores amigos y nunca han estado separados. Pero ella cada día está más ausente por el trabajo y él busca más implicación en una relación, así que acaba poniéndole los cuernos y Lúa lo pilla con las manos en la masa.
He de advertir que la protagonista es cuadriculada pero literal. Hace listas para todo, no se enfada, no muestra ningún tipo de sentimiento, la procesión siempre va por dentro. Esto es algo que vuelve loco a su marido y a otra persona que conocerá en un futuro. Cierto es que la única relación que tuvo era algo... peculiar -y ahí lo dejo-.
Con lo cual, las perspectivas de Lúa cambian, se queda sin marido y las salidas laborales tampoco están claras, por lo que decide cumplir uno de sus deseos: ir de voluntaria a Congo.
Allí se adaptará bastante bien a las diferencias y al gran cambio de vida, pero siempre con su organización y sistema cuadriculado. Pero en Congo también conocerá a Matt.
Matt es todo lo contrario a Lúa, rompe todos los esquemas y listas de la protagonista e intenta que se desmelene y viva la vida. El tira y afloja durará más de lo que pensáis,porque Lúa es muy tozuda, en algún momento llegué a pensar que Matt iba a tirar la toalla.
Es una relación bonita, progresiva, complicada y sin reglas. Intentan vivir el día a día sin pensar a largo plazo, pero en algún momento la burbuja se romperá y la realidad llamará a sus puertas, no pueden vivir para siempre en Congo y las cosas se tuercen -y mucho-.
¿Qué mejoraría de esta novela?
Son manías personales y depende de cada uno pero en mi caso lo he echado en falta.
En primer lugar, más descripciones. Quizás la autora ha preferido hacer una novela más sencilla, rápida de leer y no ha querido abusar del contexto.
Para mí, en esta novela, las descripciones del entorno serían un acierto, consiguiendo embellecer aún más la historia. En especial a la vida en Congo, ahondar en las costumbres, en las relaciones con las familias cercanas... los médicos y enfermeros se implican en lo que hacen, no creo que solo les asistan sino que también les den consuelo. La autora pasa de refilón, centrándose tan solo en la relación, o al menos esa ha sido mi sensación.
El último apunte lo guardo para más adelante.
Al comienzo de la reseña os dije que veía similitudes entre esta novela y Rumbo a ninguna parte en el estilo, porque las historias no tienen nada que ver.
Es obvio que se asemejan en el estilo porque fueron escritas por la misma autora, hasta ahí llego, pero sí que noto ciertas similitudes entre Lúa y Aurora (Rumbo a ninguna parte: son protagonistas fuertes, con un señor carácter pero muy difícil de simpatizar con ellas. O por lo menos yo -que me he labrado una fama de borde desde que tengo doce años- pero con ellas es como muy extremo, se cierran demasiado en banda y aunque estemos en su cabeza -porque está narrada su parte en primera persona- se me hace difícil empatizar con ellas.
Está bien ser borde, contestar mal, tener carácter pero hasta cierto punto si no consigues el equilibrio pasa que el lector acabe anestesiado, vamos que le da igual que Lúa enfermara y se temiera por su vida, creo que esa insensibilidad del lector hacia un protagonista no es buena.
Es una pena que en los últimos capítulos viéramos el verdadero yo de Lúa, más cercano y cálido, una persona que respeta su esencia "cuadriculada" pero que a veces le no le importa limar las esquinas de su cuadrado. Conociendo una protagonista más humana, con Aurora creo que esto lo vimos más dada la extensión de la novela pero con Lúa no me ha quedado esa sensación.
Saco la tarjeta que me había reservado para más tarde, en el libro de Rumbo a ninguna parte me llamó poderosamente la atención el juego de la primera y tercera persona que en Un último día conmigo también usa. Pat Casalà, aclaro para quienes no la conozcan, usa la primera persona para las protagonistas y la tercera para ellos.
Si bien es cierto que en la otra novela me gustó en esta hubiese preferido tanto la visión de Lúa como la de Matt en primera persona, porque he sentido que apenas hemos conocido a Matt salvo su empeño en conquistar a la protagonista. Hubiera aportado más a la novela porque nos embarcaríamos en otra nueva aventura y es cómo vivir la fama en tus propias carnes, le podría haber sacado más partido.
Para ir concluyendo ya... breve referencia a los personajes secundarios, no tienen gran relevancia -por eso son secundarios- pero aportan a la novela que es lo que importa, dando ligereza y descargando la historia de esa electricidad y tensión entre los protagonistas. Detalle a destacar ese cierre completo con el futuro de Cesc, todos los cabos cerrados para una novela autoconclusiva, sumando muchos puntos conmigo.
Por último, el título: le va como anillo al dedo. Me gusta que tengan sentido y reflejen la esencia de la novela, creo que la autora lo ha conseguido.
En definitiva, es una historia bonita que me ha enganchado, pasando buenos momentos con ella pero que podría haber dado más de sí. Opinión totalmente subjetiva porque la autora tiene un estilo cuidado y engancha con cada una de sus palabras.
La edición una auténtica pasada, os dejo alguna foto:
Os dejo un fan-art que he hecho, más bien una composición de la novela. Las características de los personajes no se ajustan mucho pero... me tomo la licencia.
Es cierto, la edición es preciosa!
ResponderEliminarEn cuanto al libro, tengo muchas ganas de estrenarme con esta autora, aunque por culpa de mi interminable lista de pendientes, nunca logro hacerle un hueco.
La narración: yo soy partidaria de una narración en primera o en tercera persona (preferiblemente esta última), pero no revueltas. Eso de encontrar un capítulo narrado por la protagonista y el siguiente por un narrador X, me desconcierta, me genera cierto caos y suele sacarme fuera de la historia (aunque soy consciente que es un problema personal mío).
En fin, no sé si me estrenaré con este o con otro libro de Pat,pero espero que sea en breve!
Besos !
A mi me gustó mucho el libro, era el primero de la autora que leía y se me hizo una lectura rapida. Sobre tu reseña, a mi sí me gustaron los personajes secundarios, mi problema fue con la "pelea" al final, no se me hizo muy coherente con las actitudes de los protagonistas, no las sentí muy lógicas.
ResponderEliminargracias por compartir!