Una excitante historia de pasiones y secretos. Tras la muerte de su abuelo, Jonás Belanger regresa a Garden Manor, la casa familiar que lo vio crecer. Se juró no volver jamás y durante veinte años cumplió su promesa trabajando como reportero de guerra por todo el mundo. El peligro no le asusta. Pero ahora tiene una misión que le aleja del campo de batalla y le enfrenta a algo más temible: los fantasmas del pasado. Jonás quiere vender la mansión, pero antes debe inventariar las valiosas antigüedades que alberga. Para ello contrata los servicios de Daniela, una joven restauradora que provoca en él una atracción casi inmediata. Con ella empieza el juego... Pero Garden Manor oculta muchos secretos y las pesadillas se hacen cada vez más intensas. ¿Qué pasó tiempo atrás en aquel lugar? ¿A dónde les llevará su inquietante juego?
RESEÑA:
Al principio esta novela me enganchó, si bien los protagonistas caían en los estereotipos de la mayoría de las novelas eróticas: protagonista adinerado, con demonios personales, algo borde y taciturno; protagonista tímida y cortada, mojigata incluso que se desmelena con el "chico malo". A pesar de esto, la autora consigue introducir un elemento novedoso en el marco de la historia, y es que la aura misteriosa que rodea a Jonás, la mansión de Garden Manor esconde muchos secretos.
A medida que avanzaba en la historia, la relación de los protagonistas se tornaba demasiado compleja, ese momento en el que el mejor amigo de Jonás entra en juego me dejó patidifusa. No porque no haya leído escenas de tríos, sino porque creo que no quedan las cosas muy claras, sobre todo después de leer la mascarada del epílogo -quizás una servidora sea demasiado clásica, quién sabe-.
Pocas veces sucede que una pareja enmascare el protagonismo de los personajes principales, en este caso Jonás y Daniela. Pues bien, con este libro ha pasado, me declaro fan de la relación de Colette y Martín. Me hubiese gustado conocer más a fondo sus avances, al estar contado por Daniela nos perdemos mucho de esta bonita relación, una auténtica pena.
Siendo sincera, me costó mucho avanzar en la segunda parte de la novela, creo que le faltó chispa e intensidad. Los protagonistas fueron perdiendo fuelle y no entendía el porqué de muchas actuaciones. Los únicos "hilos" que me hicieron tirar adelante fueron Martín y el misterio que guardaba la mansión.
A pesar de que no me ha enganchado como pensaba, la historia está bien escrita -a pesar de algún "dedazo"- y por eso creo que merece por lo menos un aprobado. Sí que esperaba más de unos personajes que al principio eran muy potentes y que, página tras página desaparecían quedando solo su sombra. La evolución de Daniela es muy precipitada y no es posible empatizar con ella, le falta profundidad al personaje.
BUENO
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