La apasionante historia entre Livy y el misterioso M continúa en la segunda entrega de la trilogía Una noche.
M sólo quiere una noche para adorarla y traspasar los límites del placer con ella, pero desde el instante en que sus miradas se cruzaron nació un intenso romance entre estos dos polos opuestos que se necesitan y se rehúyen al mismo tiempo. Cargado de misterios y secretos, M deberá dar un paso adelante para mantener a Livy a su lado. Nuestro enigmático hombre tiene muchas cosas que contar…
Siempre hay un momento para la pasión.
CRÍTICA:
La primera parte del libro se me hizo cuesta arriba, a pesar de lo mucho que me engancho el primer libro, el comienzo de fue eterno, pensé en dejarlo un par de veces. Miller es exasperante e incluso vi tremendas (y horrorosas) similitudes con Jesse (el protagonista de la otra saga de Jodi a quien odio). Hay partes un tanto aburridas, en las que no pasa nada en concreto, pero a partir del día de compras a Harrods y picnic, me enganché a la novela.
Durante un bonito período de tiempo la pareja actúa como una relación normal, viven en su burbuja rosa en la que nadie puede entrar, no discuten y todo son risas y... buenos encuentros. Pero en un inesperado momento esa burbuja explota, o más bien se la rompen, la profesión de Miller roza el peligro y él no dejará que nadie hada daño a Livy.
Así que Miller se replantea muchas cosas, si su relación es posible y si es así cómo lograr una estabilidad. Porque no es tan fácil dejar su oficio, va más allá de unas interrupciones molestas de sus clientas, a pesar de ser un multimillonario debe de rendir cuentas a gente muy poderosa e importante.
La relación entre Miller y Livy se tambalea, e incluso sus propias vidas corren peligro. El pasado del protagonista vuelve a acecharlo, y esta vez irán a por lo que más quiere.
¿Conseguirán lograr la estabilidad y privacidad que ansían?
Amigos, clientes, jefes, socios... parece que todos quieren ver separados a esta bonita pareja ¿cómo conseguirán luchar a contracorriente?
Esta última parte engancha mucho, parece que Jodi es experta en finales de infarto, Miller vuelve a recuperar el sentido y es el maniático y osito de peluche de siempre. Aunque como alguien toque a Livy... es como echar agua a un gremlin.
Jodi tiene un estilo propio, con descripciones dinámicas y diálogos fuertes, las escenas de sexo no caen en lo basto ni burdo, poseen elegancia y ternura. Aunque bueno, si quitáramos alguna tampoco pasaba nada. En definitiva, la autora es muy buena, sus protagonistas pueden gustar o no pero es indudable que su escritura es muy buena.
Sí, me muero por leer el siguiente, así que tocará morderse las uñas hasta enero.
BUENO
A mí no me sobra ninguna escena, jajaja, y me encantó la primera parte porque está llena de drama, bueno, en realidad todo el libro, pero sí que tiene finales de infarto y una descripción muy especial de las escenas. Me encanta!
ResponderEliminarBesotes de noche.