REEDICIÓN
Una novela imprescindible para las lectoras amantes de Jane Austen, de las hermanas Brönte y de la época de la Regencia.
Cuando Eleanor acude para concursar con sus últimos diseños de vestidos de época a la semana de la Regencia en una antigua mansión en Inglaterra, no imagina que a la mañana siguiente a su llegada se despertará dos siglos más tarde... ¡En el año 1814!
Eleanor acepta viajar hasta los tiempos de Jane Austen para evitar un duelo mortal, pero no sabe cómo debe comportarse, qué debe decir, ni lo más importante...
Cómo diferenciar un villano de un libertino.
El cautivador, díscolo y misterioso Lord Shermont es un reconocido mujeriego, pero... ¿es también un peligroso asesino y espía? Eleanor deberá acercarse mucho a él para descubrirlo. Aunque afortunadamente, la mismísima Jane Austen entrará en escena, y con sus sabios consejos, la ayudará a desenvolverse entre la alta sociedad y en el resbaladizo terreno de sus propios sentimientos...
Andrew Ferris, conde de Holt, necesita encontrar una esposa. Multitud de señoritas adecuadastanto en fortuna como en apellido, acuden con sus mejores galas a la casa solariega de Kent,donde el joven aristócrata espera hallar a la afortunada que se convertirá en su condesa.Victoria Linton es una mujer de fuerte carácter y gran respeto por sí misma. Posee belleza e inteligencia, pero su posición social no la hacen la mejor opción.Rodeado de las más distinguidas damas, la suerte quiere que sea Victoria Linton quien despierteel interés del conde de Holt, convirtiendola así en una candiadata inesperada.
ARGENTINA
No hay una única fundación para Buenos Aires: están las de los conquistadores; las fundaciones míticas; pero también están quienes habitaban la tierra sin tener que fundarla, sin suponerla de su propiedad, sin más deseos que vivir allí una vida apacible.
Conocemos, sin embargo, los registros de los conquistadores: las ambiciones personales y secretas de Pedro de Mendoza para embarcarse hacia el Río de la Plata; la codicia de los nobles y los marinos; a la tripulación reclutada entre reos y desclasados; en suma, a las miserias de quienes, más que embarcarse a un mundo nuevo, huían del viejo. Es esa furia, esa violencia la que dominará toda la travesía, la que hará que la colonización sea una conquista, que los intercambios se vuelvan apropiaciones
Los querandíes –habitantes originales de la Buenos Aires fundada por esos escapados de España– pueden vivir de la tierra, con la tierra, sin necesitar nombrarla, llevan adelante una vida de sosiego sin lujos, de comunión con el entorno y la naturaleza. i siquiera ven a los barcos que se acercan como invasores.
Sin embargo, esta fundación se escribe con sangre: los españoles, pacíficos en apariencia, atacan a los pobladores del lugar; Pedro de Mendoza se apropia de la mujer de un capitanejo de la tribu. Con esa historia como metáfora de la violencia de la conquista, que relata coraje de una querandí que no se resigna a ser parte de un séquito invasor, Susana Biset vuelve a fundar Buenos Aires: una ciudad que nace signada por un enfrentamiento irreconciliable entre dos mundos.
Conocemos, sin embargo, los registros de los conquistadores: las ambiciones personales y secretas de Pedro de Mendoza para embarcarse hacia el Río de la Plata; la codicia de los nobles y los marinos; a la tripulación reclutada entre reos y desclasados; en suma, a las miserias de quienes, más que embarcarse a un mundo nuevo, huían del viejo. Es esa furia, esa violencia la que dominará toda la travesía, la que hará que la colonización sea una conquista, que los intercambios se vuelvan apropiaciones
Los querandíes –habitantes originales de la Buenos Aires fundada por esos escapados de España– pueden vivir de la tierra, con la tierra, sin necesitar nombrarla, llevan adelante una vida de sosiego sin lujos, de comunión con el entorno y la naturaleza. i siquiera ven a los barcos que se acercan como invasores.
Sin embargo, esta fundación se escribe con sangre: los españoles, pacíficos en apariencia, atacan a los pobladores del lugar; Pedro de Mendoza se apropia de la mujer de un capitanejo de la tribu. Con esa historia como metáfora de la violencia de la conquista, que relata coraje de una querandí que no se resigna a ser parte de un séquito invasor, Susana Biset vuelve a fundar Buenos Aires: una ciudad que nace signada por un enfrentamiento irreconciliable entre dos mundos.
Durante el mes de diciembre el lote de Los tres nombres del lobo y Más allá del temple a €1,99 en Amazon.
1º de la serie medieval
En la guerra fratricida que enfrenta a la casa de York con los Lancaster, el nombre de "el Dragón" ha pasado a ser sinónimo de crueldad. Temido y despreciado por igual, Enrique VII lo considera uno de sus más fieles servidores. Después de años combatiendo ardientemente por su causa, la paz parece afirmarse en el reino y llega el momento de premiar la fidelidad del fiero y hermético guerrero con una recompensa ansiada por muchos: la mano de Lady Norfolk.
Adrián Wentworth es un hombre hecho a sí mismo: hijo de campesinos, ha conseguido granjearse la simpatía del rey Enrique blandiendo la espada por su causa. Pero, tras una vida en el campo de batalla, Adrián comienza a ansiar la retirada, un hogar y unas tierras en las que envejecer. Un sueño al alcance de su mano, si decide aceptar la oferta de Enrique. La única pega parece estribar en la propia dama: Adrián siempre se ha visto despreciado por los de su clase. ¿Podrá, entonces, desposar a una mujer que lo odiará hasta el fin de sus días? ¿Está su linaje destinado a enfrentarlos? Sin embargo, aquellos ojos azules no parecen hablar de odio. Contraviniendo todo sentido común, la dama parece decidida a desafiarle a cada paso y mostrar una tenacidad que enfriará el corazón del Dragón.
Lady Margaret Norfolk es una mujer acostumbrada a llevar las riendas de su vida; por eso, cuando tiene que defenderse de los avances de un pretendiente demasiado ansioso por conseguir su mano, no duda en pedir audiencia al mismísimo rey y pactar con él. Ahora, por decreto real está obligada a contraer matrimonio con el irascible Dragón. Pero la práctica muchacha no piensa dejarse amilanar por el imponente guerrero; es más, está dispuesta a hacerle frente siempre que le sea posible. ¿Qué esconde el feroz guerrero que tanto la conmueve? Su penetrante mirada crea en la joven un ansia difícil de calificar, quizá sea cierto que los dragones poseen un corazón...
¡Las quiero todas! Mi pobre billetera se rebela ante eso, pero qué se le va a hacer, se ven fantásticas :) Gracias por las novedades.
ResponderEliminarBesos.
Esta vez me llaman todos....qué pasada !
ResponderEliminarGracias por la entrada !
Besos!