Un Zola oriental, una Moll Flanders coreana Una odisea sensual, una novela sorprendente y delicada, basada en una leyenda popular Corea, finales del siglo XIX, la trata de niños es un comercio floreciente. Vendida por su madrastra, Shim Chong pasa a llamarse Lenhwa (Flor de Loto) para sufrir el pujante negocio del sexo; desde los medios más humildes a la más alta sociedad, desde las orillas del río Amarillo a los garitos de geishas de Nagasaki, pasando por los puertos de Nankin, Shanghai, Taiwán y Singapur.
Siempre llevando consigo la nostalgia de la tierra natal abandonada. Su destino cambiará cuando descubre que su cuerpo puede convertirse en un instrumento de poder. Haciendo gala de las artes de seducción aprendidas, pasará de niña vendida a venderse cuándo y cómo quiera. Pero antes de recobrar su libertad y la felicidad perdida tendrá que pagar un precio elevado.
Escritor surcoreano, Hwang Sok-Yong estudió Filosofía en la Universidad de Dongguk. Sirvió en la guerra de Vietnam y ha destacado como activista social y político, tanto en Corea del Sur como en el Norte, lo que le ha costado en varias ocasiones la libertad. Shim Chong. La niña vendida, fue su primera novela publicada en castellano.
Nunca había leído una novela 'oriental', y cuando leí la sinopsis no me pude resistir, me atrajo y montón y estaba segura de que me iba a gustar. Mi instinto no me ha fallado, he descubierto a un buen escritor.
De forma concisa y sin florituras, explica la dura vida de Chong (nuestra protagonista femenina). Primero vendida por su familia, será un objeto más de tráfico comercial en varias ocasiones, cada vez que se adaptaba al nuevo lugar, brutalmente era alejada de sus 'amigos'.
Con ello no quiero decir que su vida fuera envidiable, ni mucho menos, Chong fue vilmente violada, humillada y vejada. Tuvo que dedicarse a la vida de la prostitución en varias ocasiones, me dejé huella el período de su vida en el que trabajaba como prostituta en un sitio donde tenían muchos clientes diarios, sobre todo marineros; y, concretamente, la escena en la que llegan doscientos hombres a 'liberarse' y solo hay cinco mujeres para atenderlos en una noche. Imaginaros cómo acababan las pobres muchachas...
Jóvenes que eran escrutadas y valoradas por los 'jefecillos' para que satisficieran los oscuros deseos de sus clientes, tenían que tener buena salud y dentadura, buen cuerpo y que disfrutaran del fruto de la juventud.
Chong poco a poco va sintiendo menos, cada vez que se tumba en la cama para subsistir, es como si su alma desapareciera y volviera después del acto sexual. Aprovecha las artes de la seducción para poder vivir y jura que jamás se enamoraría, porque la haría débil. En dos ocasiones esta pretensión se frustra, y Chong acaba en las redes del amor. Y en algún momento vio la esperanza de terminar con esta cruel vida ¿Lo conseguiría al final?
Una historia que hará que lector lea con un nudo en la garganta, es una historia muy dura, no solo por lo que vive la protagonista, sino que también conoceremos la vida de otras jóvenes muchachas que se les privó de una vida digna.
Seres humanos convertidos en meros objetos, propiedad de codiciosos hombres, que las entregaban a los leones sin importarles si sufrían malos tratos o se sentían humilladas. Lo único que importaba era la ganancia obtenida de cada noche.
Es una novela muy explícita, no deja nada a la imaginación, por lo que es más duro si cabe leer tantas crueles escenas.
Por cierto, si no entendéis alguna palabra en cursiva, hay un glosario al final.
Valoración: Muy bueno.
Agradecimientos a la editorial.
Vaya, no sabía nada de este libro, pero es muy tentador, y por lo que cuentas, vale la pena leerlo. Lo voy a anotar para ver si lo tienen en la librería la próxima vez que vaya, gracias.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que por lo que dices no tiene mala pinta!
ResponderEliminarCreo que lo tendré en cuenta si lo veo.
Besos mi niña
Me ha encantado eso de Moll Flanders coreana. Me llama, me llama.
ResponderEliminarBesos
Quiero leerlo, aunque era sabido que seria un libro de momentos con crueldad, aun así lo leeré. Gracias por la crítica Marta.
ResponderEliminarBicos!!