El secreto de Riverview College - Susanne Goga

Un laberinto bajo la ciudad de Londres, una estudiante desaparecida y una joven en busca de un antiguo secreto.

Londres, 1900. Tras la muerte de sus padres, Matilda Gray prometió convertirse en una mujer fuerte e independiente y por fin ha logrado su sueño de ser profesora en una escuela exclusivamente femenina, el prestigioso Riverview College. Cuando su estudiante favorita, Laura, deja de acudir a clase, Matilde presiente que la muchacha está en peligro. Su desaparición fue demasiado repentina y las excusas de su tutor legal demasiado endebles. Un mensaje escondido en una postal llegada de Italia pone a Matilda sobre la pista de la chica. Su investigación la conduce hasta el historiador Stephen Fleming y, junto a él, a un antiguo secreto oculto en los más recónditos rincones de la ciudad.

Por la autora de El misterio de Chalk Hill, una historia de intriga y amor en la Inglaterra victoriana que emocionará a los lectores de Kate Morton, Anne Jacobs o Lucinda Riley.

Esta era una de las novedades de 2022 que más ganas tenía de leer, es mi primera toma de contacto con la autora y estoy segura de que no será la última. En cuanto tenga oportunidad de ir a una librería, pienso comprar «El misterio de Chalk Hill», estoy segura que disfrutaré de lo lindo con esta novela y así saldré de dudas respecto a un punto.

Y es que lo único que me ha fallado de este libro es la sinopsis. No sé por qué o bien los autores o bien las editoriales tienden a meter a calzador el romance en las sinopsis o portadas cuando apenas hay, en este caso no entiendo por qué escriben «una historia de intriga y amor en la Inglaterra victoriana». Porque seamos honestos, de cuatrocientas cuarenta y seis páginas el romance empieza en las últimas cien páginas siendo generosa, y ni tan siquiera es el tema principal. Así que es mejor curarnos en salud y decir que es una novela de intriga en la Inglaterra victoriana, así evitamos que lectores que busquen novelas románticas en exclusiva se lleven un chasco y lo puntúen negativamente, porque la novela no se merece tener ni una ni dos estrellas.

Aclarado este punto, vamos al meollo del asunto (ya rimo y todo). Desde el primer capítulo me enganchó, además me ponía nerviosa porque quería acabarlo cuanto antes para saber el final y no podía porque tuve una semana complicadilla con el estudio, así que intentaba estudiar pero parte de mi cabeza estaba con Matilda averiguando el pasado de Laura. Y la verdad es que no me lo esperaba y me ha sorprendido mucho, hay un pequeño giro que le da un plus a la trama.

Matilda trabaja como profesora en un escuela femenina, se trata de la incorporación más reciente en el equipo de profesoras y de momento no está muy integrada, la directora es como un ave rapaz y no pasa ni un descuido. Es un ambiente rígido y protocolario, donde las profesoras tienen prohibido entablar ningún tipo de amistad con el alumnado, deben dar las clases y poco más. El problema es que Matilda empatiza con Laura, una alumna brillante con grandes capacidades, y es mutuo.

Un día, el tutor de Laura saca a su pupila de la escuela de improvisto, recogiendo las pocas cosas que tenía en su habitación compartida. Matilda ante la falta de previsión y dadas las (escasas) conversaciones con su alumna, decide investigar, más aún cuando recibe una nota de la mismísima Laura, ni tan siquiera su mejor amiga (Anne) sabe dónde está ni por qué se fue. A partir de aquí, la señorita Matilda empezará a tirar de un hilo, junto con la ayuda de un coleccionista y después de un historiador (entre otros), descubrirá toda una trama familiar de engaños y muertes.

Los personajes más llamativos son Matilda, nuestra protagonista, prácticamente toda la historia está contada por ella a excepción de algunas partes del historiador. Es una mujer avanzada a su tiempo, independiente y con ideas firmes. Desde el primer momento confió en su alumna y, a pesar de no contar con todos los medios para descifrar el enredo, sí contaba con la perseverancia necesaria para llegar al final del recorrido. Supo preguntar y buscar. Y así fue cómo dio con el historiador Stephen Fleming, un profesor de universidad poco convencional, que busca compartir su conocimiento, hallazgos y tesoros con todo aquel que quiera salir de la ignorancia. 

La autora consigue reducir la carga de misterio con tramas secundarias como la señora Westlake, compañera de fatigas de Matilda, una escritora con gran sentido del humor que viaja a todos los países posibles gracias a su pluma; su nueva novela sita en España le está dando más de un quebradero de cabeza. En Matilda encontrará una amiga y confidente que le dará los mejores consejos para su trama, como si es mejor usar osos o lobos en ciertas situaciones. Por otro, tenemos a Harry, el hermano de Matilda. El coleccionista y distintos profesionales que aportarán su granito de arena en la investigación.

Os recomiendo esta novela si os gusta la intriga que se mantiene de principio a fin, es una trama que se cuece a fuego lento y que va dejando pequeñas migas al lector para que vaya uniendo poco a poco, el misterio de Laura no se desvela hasta casi las últimas páginas, así que la autora consigue mantener el aura de intriga hasta casi el final. En mi caso, no me lo esperaba. Todo esto unido a un trabajo de documentación bestial de Londres, aunque la historia parta del año 1900, viajaremos todavía más al pasado hasta 1665. Por mi parte, no puedo dejar de recomendar esta historia.