Todo el mundo sabe que los elfos son tan arrogantes como inmortales y por eso les gusta que se los retrate. Además, ansían el arte de los humanos porque ellos son incapaces de crear algo que transmita vida. Isobel los conoce bien, pues se gana la vida pintando sus rostros. Pero un día el príncipe del otoño entra en su taller y, al retratarlo, comete un terrible error: plasma en sus ojos el dolor humano que percibe en su mirada, un rasgo que cualquiera de sus súbditos consideraría una debilidad. Tras recibir el cuadro, el príncipe regresa convertido en cuervo y la acusa de traicionarlo ante su corte. La única manera de solucionarlo es que Isobel se adentre con él en las tierras del otoño para restaurar su reputación. No obstante, deberá tener cuidado: como afirman los elfos, siempre deseamos lo que tiene el poder de destruirnos.
RESEÑA:
Compré este libro al poco de su salida, con la cantidad de reseñas que hubo saturé y decidí esperar a que pasara el 'boom'. Ha sido mi primera lectura de 2019 y debo admitir que me ha defraudado mucho. Me dejé guiar por la portada y porque suelo comprar casi todos los libros de Nocturna (junto con otras), sus novelas suelen ser una apuesta segura pero esta no me ha acabado de convencer.
En muchos capítulos he llegado a pensar que se trataba más de un borrador que de una novela final. La autora deja varias puntadas sin hilo (es un libro independiente) y soluciona algunos problemas clave de forma absurda, como si no pudiera desarrollar la idea, saca argumentos de la manga sin tener sentido alguno (sobre todo el final).
El comienzo es lento y la contextualización algo pobre, en las últimas cien páginas parece que la cosa remonta pero acaba estropeándolo todo con ese final inesperado, pero en el mal sentido (Tábano).
Grajo tenía todas las cualidades para ser un personaje atrayente y con mucho magnetismo pero quedó en un intento, la autora no acabó de ahondar en su personalidad y el lector no pudo empatizar con él, creando una fuerte barrera. Lo mismo con Isobel, no acabé de entender a la protagonista ni sus decisiones.
¡Qué pena! tenía todos los ingredientes para ser una joya de la literatura juvenil, pero no acabó de darle el toque final, tan solo un popurrí de buenas ideas mal conectadas e hiladas.
Una verdadera lástima, pensaba que iba a encontrar una novela a la altura de Julie Kagawa (Iron King) pero me he quedado con una novela para pasar una aburrida y lluviosa tarde de domingo, que por desgracia, acabaré olvidando en unas semanas.
Le he dado tres estrellas en Goodreads aunque en realidad sería un 2,5.
No hay comentarios :
Publicar un comentario