La
protagonista Gelina Wells relata su oscura y tortuosa historia, una vida
marcada por los traumas infantiles y presentes. Trece años viviendo en una
penuria y observando la libertad desde la ventana de su cuarto, el sótano.
Tras la muerte de su padre, Gelina queda bajo la tutela de la señora Santo Polo, su madrastra y su peor pesadilla, culpable de sus tormentos y sus castigos severos. Con la ayuda de sus dos hijas, Isabela y Charlot, trasformaron de su vida en un paño de lágrimas. Cuando Gelina ya cayó rendida y se conformó con su presente, la vida le ofrece una nueva oportunidad para ser feliz con Kaden Di Stefon que, a diferencia del clásico, no refleja al príncipe azul; un hombre rodeado de secretos y trapos sucios, dispuesto a todo por cederle la libertad.
Tras la muerte de su padre, Gelina queda bajo la tutela de la señora Santo Polo, su madrastra y su peor pesadilla, culpable de sus tormentos y sus castigos severos. Con la ayuda de sus dos hijas, Isabela y Charlot, trasformaron de su vida en un paño de lágrimas. Cuando Gelina ya cayó rendida y se conformó con su presente, la vida le ofrece una nueva oportunidad para ser feliz con Kaden Di Stefon que, a diferencia del clásico, no refleja al príncipe azul; un hombre rodeado de secretos y trapos sucios, dispuesto a todo por cederle la libertad.
Crítica:
En la novela ‘Quince
días con Cenicienta’ encontraréis una novela muy original y bien escrita, con
un protagonista que más que un príncipe azul tira más al lobo feroz de
Caperucita, o así es como se presenta él, aunque Kaden no engaña a nadie… en
cuando conoce a la encantadora Gelina, se desvive más por ella que el príncipe
Enrique (o Encantador).
Al leer la sinopsis
pensaba que era el cuento de Cenicienta que todos conocemos trasladado al siglo
XXI, menuda sorpresa llevé al dar con…ciertos giros en la trama que no aparecía
en dicho cuento infantil. Obviamente, hay guiños a la historia, sobre todo al
principio, los enredos familiares y el zapatito que todos conocemos, pero me
gusta más Gelina que Cenicienta.
La novela está muy, muy
bien escrita, la autora recrea muy bien los escenarios y los caracteres de los
protagonistas, así como diálogos amenos y divertidos. Mantiene al lector en
vilo desde las primeras páginas. Sobra decir que se ha ganado una novela
lectora, espero leer más historias suyas pronto, me gustaría que Ángelus tuviera
un libro y que tuviera alguna similitud con otro cuento infantil (como La bella
durmiente, por ejemplo).
Como peros solo puedo
destacar dos: creo que con unos capítulos más quedaría mejor matizado al cambio
sobrecogedor que pega la protagonista, de pasar a un ratoncito asustado a toda
una fiera que saca las garras, creo que con un par de escenas más plantando poco a poco cara a la madrastra el colofón final hubiera sido de diez.
Al igual que la
relación entre los dos, lo de él está justificado, pero ella confía demasiado
pronto en Kaden. Nunca había tenido relación con ningún otro chico y digamos que el primer encuentro entre ellos dos no es muy... dulce. Quiero pensar que es porque Gelina necesitaba desesperadamente algún apoyo, porque se sentía tremendamente sola.
Si tuviera que destacar algo del libro, lo que más me ha gustado, sería el protagonista, es de esos que quitan el hipo. Atractivo, borde y tierno a la vez: terciopelo y acero. Aunque a veces resulta difícil entenderlo ¡tan pronto está contento como enfadado!
Por lo demás, un libro
muy bueno y recomendable, con giros inesperados y escenas muy divertidas.
Muy bueno.
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