¿Es posible que un flechazo dure toda la vida?
¿Renunciarías a todo por un amor a primera vista? Charlotte y Thomas pertenecen
a mundos diferentes pero comparten un sentimiento que les eleva por encima de
sus mundos. Cuando la sociedad, la educación y la propia razón se oponen a los
dictados del corazón hay que tomar decisiones que marcan para siempre el rumbo
de nuestra existencia. No hay dos oportunidades para vivir, no hay dos
oportunidades para ser feliz. Sus vidas habrían sido diferentes de haber elegido
otra respuesta, sin embargo, los prejuicios y la lealtad familiar pueden
resultar unos obstáculos imposibles de salvar. A todos, en alguna ocasión, nos
hubiera gustado decirle al corazón: “tienes razón, todo es posible”. Quizá
nuestras vidas también serían distintas si no le hubiéramos hecho caso al miedo
cuando nos señaló: “no puedes, va a salir mal, es mejor estarse quieto”.
Charlotte y Thomas ya decidieron su destino, pero tú qué elegirías, ¿amor o
miedo?
Crítica:
Las botas de la ópera es una historia
corta muy bonita y con un original giro de tuerca poco frecuente en las novelas
románticas históricas. La diferencia social acecha a estos dos protagonistas
torturados por las rígidas reglas de su matrimonio, su idílica relación está
condenada desde el principio.
“—Qué dichosos los amantes que por lo menos en la muerte pueden estar
juntos —musitó Charlotte. Se sentía Isolda viajando en el barco rumbo hacia el
rey Marke para ser entregada. “
Charlotte y Thomas se enamoran con
solo una mirada, apenas pudieron hablar durante su agónico romance, pero sus
almas se reconocieron al instante. La muchacha se ve enfrascada en un
matrimonio en el que la base sólida es la posición social, ¿vale la pena
renunciar a todo por contentar a la sociedad?
“—Pues sí. Estoy convencida de que un caballero de tan elevadas maneras
te hará olvidar ese amor imposible que tanto daño te está haciendo —afirmó
Eleanor.
—Si el señor Castleman lograra
hacerme olvidar al joven zapatero, ¿no crees que eso significaría que no era un
amor sincero? ¿O que no soy más que una chiquilla inconstante y sin firmeza? —insinuó
Charlotte con absoluta seriedad—. No prima, no es ningún capricho. Y pasaré el
resto de mi vida guardando en secreto mi amor por ese chico sencillo. Qué
desgraciada soy.”
A veces las perdices no aparecen tampoco en las novelas, quien
no arriesga no gana, y en esta breve historia los protagonistas llegarán a esa
conclusión de la peor forma posible.
Charlotte y Thomas vivirán atormentados por las dudas y por
saber qué hubiera pasado si hubiesen luchado por su relación, pero a la hora de
irse a la cama solo les quedarán los ‘¿y si..?’
“Se figuraba que Charlotte acabaría casándose…
pero no tan pronto. No le amaba. O por lo menos pensaba que no de verdad. El
amor era más fuerte que la adversidad. El amor lo podía todo. Y era capaz de
mover montañas. Eso decían las sagradas escrituras, las novelas, las obras de
teatro y las leyendas. Lo más seguro es que se hubiera burlado de él.”
Una novela
muy emotiva y agridulce, merece la pena leerla, sin lugar a dudas.
“Su amor no titubeó ninguno de los miles de millones de segundos que duró
su existencia. Y no supo, y no quiso, conformarse con menos. “
Muy bueno
No conocía esta historia pero me da por lo que dices que no acaba muy bien y yo soy de finales felices! Gracias por la critica.
ResponderEliminarBesos
Hola, mi blog es nuevo, me agradaría mucho que dejaras tu opinión, gracias.
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