Dulce arpía - Lucinda Gray.

Lady Clare Stanton es una joven acostumbrada a utilizar su belleza para salirse siempre con la suya, cuyo único objetivo en la vida es hacer un buen matrimonio para convertirse en una gran dama de la buena sociedad. Sin embargo el hombre en quien ha depositado sus ilusiones más románticas y de quien está enamorada no le hace el menor caso, por eso idea un plan, ayudada por sus dos amigas, para tenderle una trampa a este y obligarlo a desposarla, convencida de que al otro lo único que lo detiene es su timidez.

Pero la noche señalada para hacer caer en la trampa al hombre de sus sueños se vuelve una pesadilla cuando encuentra a este en brazos de otro hombre, uno a quien conoce desde su más tierna infancia, a la vez que el tío del joven, Julián, hijo bastardo del Conde de Strafford, ha sido testigo indiscreto de su plan e interviene para evitar el escándalo, colocándola a ella en la posición donde Clare había querido colocar al joven y después negándose a desposarla delante de testigos.

De nuevo Clare se ve obligada a utilizar toda su inteligencia para obligar a Julián a casarse con ella y acallar de esa forma los rumores que circulan de ella por todo Londres, pero este se niega, así que debe recurrir al chantaje para obligarle a casarse con ella. A partir de ese momento su relación se vuelve un tira y afloja, con un hombre que no quiere consumar el matrimonio porque no puede soportar el carácter caprichoso y egoísta de la joven, y los intentos de Clare por consumar el matrimonio, que no hacen sino meterla en líos con su marido una y otra vez, y ser el centro de diversos escándalos.

Mientras se dan todas estas situaciones, Julián, no puede evitar ir enamorándose poco a poco de su esposa y aceptarla tal como es pero interfiriendo constantemente en sus maquinaciones para manipular la vida de los demás. Clare a su vez descubre que un hombre rudo como Julián tiene secretos que lo hacen irresistible a sus ojos, convirtiéndolo sin querer en el hombre de sus sueños.

Había leído la sinopsis de esta novela hace un tiempo, cuando me adentré en esta historia no me paré a refrescar la memoria y apenas sabía qué me iba a encontrar en ella, es una manía que tengo y que me encanta, porque así me sorprendo más.

Ilusa como soy, o debido a mi rechazo a leer las sinopsis, pensé desde un principio que Clare iba a acabar con su amor platónico, la pequeña bruja lo tenía todo tan controlado que era casi imposible que el muchacho saliera airoso de la trampa.

No os podéis imaginar la carcajada que solté cuando el plan de la "arpía" se fue desintegrando, quedando la mujercita en una situación la mar de comprometida. Aunque ni corta ni perezosa, modificó su estratagema rápidamente, sin importarle el daño que podía ocasionar a terceros.

Y esto es lo que me ha encantado de la novela: Clare, a pesar de que al principio me caía fatal, una joven vanidosa, egoísta y caprichosa, poco a poco se le va cogiendo cariño.

Es difícil no caer en tópicos en la novela romántica, sobre todo en la histórica, todos los libros que me han gustado de este género me han sorprendido con alguna cosa, algún aporte que hacen a la literatura que se diferencia del resto de libros, y en este caso, Dulce arpía destaca por la protagonista.

Y es que Clare no se corta un pelo a la hora de manipular a la gente a su antojo, aunque a lo largo de la novela va cambiando, e intenta ser una buena esposa y ayudar a su marido, aunque la "esencia" de la "arpía" nunca la abandona, pero es su encanto natural.

Mientras que Julián es un hombre sincero, leal y apuesto, se resiste al matrimonio con uñas y dientes, no tenía pensado tener una esposa, y menos Clare, quien casi delata a su preciado sobrino, intentará luchar contra la innegable atracción que siente hacia su joven esposa aunque le cueste su cordura.

En resumen, Dulce arpía es una novela sencilla que se lee de un tirón, que engancha y que tiene una protagonista femenina inigualable que el lector admirará y odiará por partes iguales.