domingo, 19 de febrero de 2023

Reseña: Cosas pequeñas como esas - Claire Keegan






Invierno de 1985 en un pequeño pueblo irlandés. Bill Furlong es un hombre amable y un trabajador infatigable, vende carbón y madera. Su única preocupación es que a su esposa y a sus cinco hijas no les falte nada. Lleva una vida tranquila y rutinaria, hasta que un día, mientras entrega un pedido en el convento del pueblo, se involucra en una situación que le devuelve otra imagen de su pasado, dejándolo en medio de una encrucijada definitiva: por un lado, seguir su instinto de autopreservación y mirar hacia abajo, por el otro, actuar con coraje y hacer lo correcto, sin importar las consecuencias.


Claire Keegan, una de las voces más potentes de la literatura irlandesa contemporánea, se detiene con perspicacia en esas pequeñas cosas que hacen la diferencia y construye una novela de una delicadeza conmovedora.




Tenemos a Furlong como protagonista. Su madre trabajaba en una casa y con dieciséis se quedó embarazada, pensaba que la iban a despedir pero Mrs. Wilson se apiadó de ella, ayudó a su sirvienta a cuidar de su hijo, incluso le enseñó a leer. Mrs. Wilson era una señora viuda y sin hijos. La madre de Furlong murió cuando él tenía doce años. No tuvo una infancia fácil, ni en casa ni en la escuela, sus compañeros se burlaban de él y le hacían la vida imposible. Esto no le impidió seguir formándose.

Acabó dedicándose al carbón: adquirirlo, cortarlo y distribuirlo (junto con otros materiales como la madera). Era un hombre de negocios, fiel y confiable. Poco a poco fue labrándose una reputación hasta tener a trabajadores a su cargo. Poco después se casó y tuvo cinco hijas. Nunca supo quién había sido su padre. Nos situamos a partir de aquí en el presente de Furlong, en 1985.

«Los tiempos eran duros, pero eso hacía que Furlong estuviera aún más determinado a seguir adelante, a mantener la cabeza baja y permanecer del lado correcto...»

Furlong siente una inquietud que no le abandona el cuerpo, no sabe qué es ni por qué. No sabe si es por los momentos económicos inciertos o de los traumas del pasado que le persiguen. Solo busca proteger a su familia de algo que no sabe qué es. Quiere que sus hijas se formen en St. Margaret's y poder darles todo lo que él no tuvo, compara las situaciones del presente que vive a través de sus hijas con su propia infancia.

En Navidades recrea las tradiciones del momento con su familia, ayuda a redactar las cartas a Papá Noel y rememora el único regalo que tuvo, fue de parte de Mrs. Wilson. Él nunca conoció a Papá Noel ni recibió ningún regalo por Navidad. El frío de esta época del año es implacable. Un día mientras reparte carbón a un convento, conoce a una muchacha muy joven, que se llama igual que su difunta madre: Sarah.

El desasosiego es aún más asfixiante para Furlong, en ella ve a su madre y la oportunidad que le brindó Mrs. Wilson. Se debate entre su familia y situación económica y su conciencia. ¿Y si Mrs. Wilson no le hubiera tendido la mano qué hubiera sido de Furlong y ella? Este es el quid de la historia.

Una novela cortita, desarrollada en un marco navideño, emotiva y preciosa. Me ha encantado el estilo de esta autora, qué pena que solo tenga noventa y dos páginas.










4 comentarios :

  1. Parece preciosa. Anotada, Marta, ya te contaré qué tal. Besos :D

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  2. Hola!
    Si que se ve lindo y acogedor. Que bueno que lo disfrutaste ❤️
    Un beso!

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  3. Hola!! un libro cortito pero donde parece que plasma mucho y más en una época como la navidad. Lo tendré pendiente para un futuro

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  4. Que portada más simpática! !
    Veré de que se me cruce en el camino.
    Saludosbuhos 😊💕🌈

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