Hamburgo, 1919. En Hannemann & Tietz han sido comerciantes de cacao y fabricantes de chocolate durante generaciones. A la joven y decidida Frieda, la segunda hija de la familia, le apasiona pasar sus días en los almacenes o en las cocinas donde se crean las nuevas y maravillosas recetas. Pese a la desconfianza de su madre y el desdén de los poderosos comerciantes de cacao de la ciudad, Frieda ha demostrado su iniciativa y se muestra capaz de llevar las riendas de la empresa en lugar de su irresponsable hermano. Pero cuando lo que su padre le pide para asegurar la supervivencia del negocio es que se case con un pretendiente acaudalado, su mundo se derrumba. Frieda ya está enamorada de otro hombre. ¿Podrá salvar el legado de la familia sin renunciar a seguir su corazón?
Una novela best seller en Alemania que enamorará a los lectores de La villa de las telas, Lucinda Riley o Sarah Lark.
No conocía a la autora pero cuando me enteré de la publicación de esta novela, hace unos cuantos meses, sabía que la leería sí o sí era una de las novedades que más me llamaban la atención de 2022. No sé si fue por las expectativas o por qué pero no me acabó de convencer del todo.
Y eso que la historia prometía, me leí las primeras cincuenta páginas en un suspiro, pero llega un momento en el que la historia parece que no avanza, el ritmo va cayendo y no encuentras dónde agarrar. Lo mejor del libro es la ambientación, la autora ha hecho un buen trabajo de documentación y ha sabido transmitirlo de manera fluida. La Primera Guerra Mundial había acabado recientemente, los pocos supervivientes de la guerra vuelven a sus casas con el horror de las trincheras grabado a fuego en sus mentes, de tres mil soldados alemanes que partieron tan solo seiscientos y pico lograron volver con vida. Dos de ellos son muy importantes para nuestra protagonista.
Para mí lo que falló es el plano afectivo, no me ha gustado cómo ha llevado las interacciones entre los personajes ni las evoluciones de los mismos. Y es una pena porque al principio prometía mucho pero creo que enredó demasiado la trama y no acababa de atar cabos, la protagonista (Frieda) parecía que andaba como pollo sin cabeza tomando decisiones. Esta fue la sensación que tuve a partir de la página ochenta más o menos y me reafirmé al ver cómo terminó la historia: de sopetón y sin mucha coherencia.
Si buscáis una novela romántica, no es vuestro libro. Hay algún que otro flirteo pasadas las cien páginas pero apenas le da protagonismo y eso que tenía dos parejas muy interesantes y completas para explorar, pero acabó por dan tumbos y para mí perdieron todo el sentido.
Os puedo recomendar esta historia si buscáis una novela entretenida histórica y os llama la atención el contexto. Para mí lo mejor es esto, la idea de fabricar y comercial cacao a pesar de todas las dificultades y prohibiciones de la época y cómo intentaban sortear los chivatazos y las sanciones. También me ha gustado cómo se centra en la vuelta de los soldados a casa, cómo les cuesta integrarse de nuevo a la sociedad y cómo se quedan atrapados en la oscuridad de las trincheras en sus mentes.
Una lástima que una novela que tenía todos los ingredientes para ser una gran historia, pase desapercibida e incluso en algunas partes resulte decepcionante. Y el final... como una tableta de chocolate de 90% de cacao.
No conocía esta novela, pero después de leerte no creo que me anime tampoco a darle una oportunidad. Al menos por el momento. A pesar de que la ambientación parece valer mucho la pena, no me convence el hecho de que no te convenciera lo que catalogas como el plano afectivo... Lástima que la autora no haya explotado más aún esa parte :/
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola Marta, pues por lo que cuentas, es una pena que le falte ese poquito de chispa. Besos :D
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarEl argumento pintaba genial, pero entre que no te ha gustado mucho y que soy monotemática, lo dejo pasar.
De vez en cuando sí que me gusta leer algo de este estilo, me niego a llamarlo como lo están diciendo, pero intento ir a por lo seguro
Quizás sea la nacionalidad de la autora,. No quiero aventurarme, pero me ha pasado a veces que leyendo autores del norte los encuentro con un estilo más frío. Quizás soy yo, pero entiendo también, que todo influye en el estilo de un escritor
Un besote