Tras una infancia repleta de incertidumbres, Lydia Pallas se ha forjado una vida perfecta y ordenada. Sus días
transcurren a orillas del ajetreado puerto de Boston, donde su habilidad para los idiomas le ha proporcionado un
puesto envidiable como traductora de la Marina americana.
Su talento consigue atraer la atención de Alexander Banebridge, un hombre misterioso que necesita un traductor. Movido por su campaña personal para acabar con el tráfico de opio, Banebridge es una persona fría, metódica e implacable en sus propósitos. No puede permitirse enamorarse de Lydia y tendrá que luchar contra el amor que empieza surgir entre los dos.
Cuando sus enemigos consigan tomarle la delantera, Bane se verá obligado a recurrir a la ayuda de Lydia. Ella está dispuesta a demostrar su valía, pero no tardará en descubrir una cosa: llevar a cabo la misión de Bane supone poner a prueba su inteligencia y su valor hasta límites insospechados.
PREMIO DAPHNE DU MAURIER 2013 AL MEJOR ROMANCE INSPIRADOR DE MISTERIO
"Una novela trepidante y cautivadora". Novel Crossing
"Un libro muy bien escrito, con personajes fascinantes y una extraordinaria mezcla de misterio, suspense, amor y redención". Good Reads
Elizabeth Camden, autora de más de una decena de libros, cuatro de ellos galardonados con diversos premios literarios, es doctora en Historia por la Universidad de Virginia y doctora en Biblioteconomía por la Universidad de Indiana.
Me alegra saber que la editorial Palabra se ha animado a seguir publicando títulos como «La hija del tutor», novelas románticas históricas blancas con grandes dosis de misterio. No había oído hablar de Elizabeth Camden pero ya me he puesto al día gracias a Goodreads, esta autora tiene unos cuantos libros publicados de este estilo, la mayoría autoconclusivos como este, ojalá podamos seguir disfrutando de sus historias. Con este libro aterrizamos en el Boston de 1891, contada en tercera persona desde el punto de vista de los protagonistas.
Ha sido una lectura muy interesante por varias razones pero en especial por Lydia, nuestra protagonista, con apenas veinticuatro años posee la bravura de todo un ejército, a pesar de la época en la que vive no se deja amedrentar y consigue un trabajo como traductora en un astillero naval. No solo habla a la perfección cinco idiomas (ruso, albanés, griego, turco e inglés) sino que también sabe desenvolverse por el mar, desde bien pequeña vivió en un barco junto a su familia, hasta que queda huérfana. Así que su trabajo le viene como anillo al dedo.
La muchacha vive en una cómoda rutina, siendo su única preocupación reunir todo el dinero posible para pagar su apartamento. Bebe los vientos por su jefe, el almirante Fontaine, un viudo de unos cuarenta años. Siente la obligación de demostrar su valía día tras día para que su superior vea que, a pesar de ser mujer, tiene la misma capacidad que el resto de sus compañeros.
Su burbuja de felicidad se ve atacada por el Adonis, Alexander Banebridge (Bane). Nuestro protagonistas tiene varios nombres, aunque no diré por qué. Es un amigo del almirante y contrata a Lydia para que le traduzca diversos textos, animada por su jefe la chica acepta de buen grado.
Sin comerlo ni beberlo, Lydia se verá inmersa en numerosos peligros a causa de Bane. Aquí es donde la protagonista demuestra toda su valía, dejando en un segundo plano a Banebridge. Bane ha luchado contra la distribución y venta del opio durante años, sin la ayuda de Lydia no hubiera podido lograr lo que consigue al final del libro, la muchacha se enfrenta sola a El Profesor y además logra superar una dura enfermedad.
«... a menos que ocurriera un milagro, ella y Bane no serían más que dos barcos que se cruzan en el océano en mitad de la noche.»
Su relación en un primer momento era tirante, máxime con los muros que levanta el hombre contra cualquier tipo de relación o afecto. Lydia irá rompiendo muralla a muralla hasta poder llegar a él. No será nada fácil.
«-Llevo mucho tiempo buscando un faro, una guía, pero todo es inútil. Una y otra vez choco contra las rocas y me veo arrastrada hacia el mar.»
El comportamiento de Bane me resultó bastante egoísta, me hubiera gustado que Lydia acabara con Eric -aunque tampoco se portó bien con ella-. O mejor aún, que permaneciera soltera. Creo que ha sido la única con seguridad, agallas y valentía suficiente para hacer frente al culpable de todas las adicciones de la sociedad.
Para mí Bane no ha estado a la altura, además ha soltado unas perlitas que no me han gustado nada («yo no me caso con ....», no termino la frase para no hacer spoilers). En ningún momento duda en poner en peligro a Lydia, la chica siempre acaba sacándole las castañas del fuego y después la aparta.
Aunque alguna vez le dedica alguna palabra bonita como: «Lydia yo soy tu faro. Ahora mismo, mi propósito en el mundo es sostenerte y guiarte hasta el puerto. No pienso abandonarte.». Soy más de hechos que de frases.
Por último, no sé si es la traducción, corrección o estilo de la autora pero he encontrado una barbaridad de adverbios de modo (acabados en -mente). No sé si es una manía personal pero me chirría verlos, sobre todo si hay varios en una misma página. No son necesarios ni imprescindibles (suavemente se puede sustituir por «con suavidad» por ejemplo). Empobrecen bastante el texto y es una pena porque la autora escribe muy bien.
En resumen, «Contra la marea» es una novela que nos sumerge en el mundo de las adicciones y el naval, de la mano de una protagonista fuerte y con gran personalidad que desde bien pequeña solo sobrevive e intenta hacerse un hueco entre los hombres. Siendo independiente y luchando por sus convicciones. En medio de esta trama llena de misterio también habrá hueco para una relación casi imposible, aunque Lydia no se rinde con facilidad.
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