La mayoría de la gente sigue las reglas del juego, pero Gavin y Liz no son como los demás...
«Ganar a cualquier precio». Ese ha sido siempre el mantra que la agente deportiva Liz Darnell se ha repetido a sí misma durante toda su vida. Cuando va demasiado lejos y corre el riesgo de perder a su cliente más importante, el jugador de béisbol Gavin Riley, Liz se da cuenta de que va a tener que emplearse a fondo para evitarlo. Aunque lo cierto es que tampoco supone un esfuerzo demasiado grande: a fin de cuentas ha seguido cada movimiento del jugador desde que se fijó en él por primera vez… y no fue de una manera precisamente profesional. Pronto Liz se da cuenta de que Gavin está más que dispuesto a seguirle el juego.
A Gavin no le importa nada caer en las redes de Liz. La desea tanto como ella parece desearle a él. Dispuesto a comprobarlo, decide lanzarle una bola curva para ver lo lejos que está dispuesta a llegar para mantenerlo en su cartera. Sin embargo, el amor comienza a formar parte del partido de manera inesperada y ni Liz ni Gavin están preparados para ese cambio de juego.
CRÍTICA:
El primer libro me gustó, aunque no fue para tirar cohetes, pero me entretuvo a pesar de sus fallos. Este segundo comete los mismos errores y los agrava, perdiendo sentido la historia.
Liz es una mujer fuerte, independiente y con un fuerte carácter; o eso pretende. Trabajar con tanta testosterona, en un mercado tan agresivo y competitivo es lo que tiene. Desde hace años lleva colada por Gavin, quien no se corta un pelo en hacer alarde de sus conquistas, Liz tiene que ideárselas para no mostrar lo mucho que le afecta. Con el corazón cerrado en banda, se centra únicamente en su trabajo.
Gavin es un gran jugador que intenta destacar sin ser la sombra de su hermano, quiere abrirse un camino distinto y tomar sus propias decisiones. Cuando empieza a ver a Liz como algo más que una simple agente y amiga, todo se lía. En el primer libro hubo una gran pelea entre Mick y Liz, esta última urdió un plan bastante cruel en contra de la pareja de Mick. Cuando este se entera de que su hermano anda liado con ella... decir que se arma una buena es quedarse corto. Creo que con este breve resumen os hacéis una idea de qué va el tema, ahora voy a decir por qué no me gustó.
Lo primero de todo, no es creíble que en una fiesta, justo al principio de la novela, de repente a Gavin se le encienda una lucecita (u otra cosa) y le entre a Liz como si estuviera en celo. Esta cae rendida a sus pies, tiene su justificación porque llevaba años coladita por él ¿Pero Gavin? ¿Así sin más se le cae la venda? No me lo trago.
Segundo, a lo largo de la historia hay escenas de sexo para dar y tomar, pero sobre todo al principio. Muchas metidas a calzador, que no aportan nada más bien restan, aburridas y muy, muy ordinarias. No les pega nada ese lenguaje, sobre todo a ella. Que oye si metes alguna palabrota igual queda sexy y todo, pero una tras otra ¿acaso no tenemos un precioso y rico vocabulario? Si con eso pretende calentar la sangre a los lectores, a veces es más sensual una insinuación que toda esta parrafada de sinsentidos.
Si me pongo a pensar, la novela parece que no tiene argumento, el rechazo de Mick pasa de puntillas, salvo al final que se centra algo, la primera parte es todo lo mismo. Y el enamoramiento de Gavin ultra repentino no aporta nada a la historia.
La última parte del libro sí que engancha, la autora mete algo de drama y los protagonistas conservan sus vestimentas durante unas cuantas páginas -es de agradecer-.
Triste porque la historia podría haber dado mucho más de sí, el planteamiento era bueno y los personajes aún más, pero... parece que quiere hacerla erótica, entendiendo por esto una novela llena de sexo y claro... quedamos cojos. El tema del béisbol también lo toca muy por encima, en fin. Sin ánimo de hacer sangre, no lo recomiendo y dudo que siga con esta saga.
REGULAR.
Pues yo no soy lectora de erótica de forma habitual y ya me tiene que llamar mucho un libro de este género para que me ponga con él. Así que de momento... creo que de esta saga voy a pasar.
ResponderEliminarGracias por la reseña, Marta!
Besos!
últimamente le estoy dando una oportunidad a lo romántico/erótico, y encima con esa portada... jajaj
ResponderEliminarBuena reseña :)
Hola, pues pienso como tú, yo noté las escenas de sexo demasiado y creo que no tenían justificación ni sentido, cuando miro atrás y pienso en lo que recuerdo del libro, me doy cuenta de que apenas tiene argumento y que se nota un poco al final, porque al principio ni se presenta a los personajes, que sí, se conocen en el otro libro, pero eso no puede quitar que los presentes en este, que lo van a protagonizar. Creo que he visto demasiado los recursos de la autora, como Mick, que es un recurso para crear algo de tensión y alargar la historia, cuando no se justifica tanto su enfado prolongado y tampoco se llega a conocer bien a los personajes, solo en un par de conversaciones... La verdad es que me decepcionó mucho, porque aunque el primero también contenía más escenas de sexo de las necesarias y esperaba que este lo imitara, creo que el primer libro presentaba más a los personajes y la trama y este no, por lo que no seguiré leyendo más libros de esta saga.
ResponderEliminar¡Saludos y gran reseña!
No pude acabarme el primero y, después de tu reseña, dudo que lo intente con el segundo :(
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