lunes, 2 de enero de 2023

Reseña: La intrusa - Júlia Lopes de Almeida




¿Es posible enamorarse de un rostro jamás contemplado? Un clásico de la literatura brasileña traducido por primera vez a nuestro idioma. 

Río de Janeiro, principios del siglo xx. 

Argemiro es uno de los hombres más respetados y deseados de la alta sociedad carioca. Rico e influyente, le prometió a su esposa en el lecho de muerte que nunca volvería a casarse. Para evitar toda tentación, cuando la necesidad de educar a su hijita y de poner orden en su hogar lo lleva a contratar a una gobernanta, esta ha de aceptar una condición: jamás se dejará ver por él.

Pese a las críticas de su celosa suegra y a las habladurías de sus conocidos, el abogado se siente extrañamente atraído por la presencia invisible de esa joven que el destino ha puesto en su camino. La dulce alma de Alice se deja notar en cada rincón de la mansión, y la necesidad de verla empieza a tornarse imperiosa. ¿Quién esa intrusa que se abre hueco en su vida? ¿Cómo será su rostro? Y, sobre todo, ¿será Argemiro capaz de cumplir su promesa si alguna vez llegara a contemplarlo?

Nota: La intrusa se publicó en serie en 1905 en el Jornal do Comércio, diario en el que la autora publicaría otras obras de su pluma. Aparte de la historia de amor, este clásico de la literatura en portugués es un retrato como pocos de la sociedad carioca de principios del siglo pasado. Júlia Lopes de Almeida está a la altura de George Sand, Emily Dickinson o Emily Brönte y sus novelas se ven claramente influenciadas por Emile Zolá o Guy de Maupassant.







Argemiro un hombre viudo e influyente en la sociedad de Río, de profesión abogado, necesita ayuda con la educación de su hija. Juró no casarse de nuevo pero se ve incapaz de hacerse cargo de su hija solo. 

Cuando da con la adecuada, tampoco es que hiciera una búsqueda exhaustiva, fue algo bastante rápido; le expone sus condiciones:  no busca a una persona culta pero tampoco analfabeta, que cumpla los requisitos mínimos de salud, higiene y educación y... una añade una cláusula poco común: no quiere cruzarse con ella en la mansión. Bajo ningún concepto pueden coincidir. La situación se torna aún más extraña dado que la joven lleva la cara cubierta y en ningún momento de la conversación muestra su rostro. Argemiro le pregunta por el nombre y el salario y así termina el acuerdo. No sabe dónde vive ni tiene referencias de la misteriosa joven, tan solo le suena de forma vaga su apellido. Y así es cómo la joven consigue el puesto de gobernanta (una especie de institutriz o como define la novela quien "gobierna a los criados").

La nula interacción entre Argemiro y la institutriz levantará más sospechas aún que si actuaran con normalidad. Cada vez que el abogado pone un pie en su casa, la empleada desaparece corriendo, llamando la atención de su pupila.

Argemiro cada vez se sentirá más atraído por Alice, aunque no tenga oportunidad de verla ni de ponerle cara, porque no pueden coincidir por su contrato verbal, el abogado cada vez duda más de sus términos. La promesa que hizo a su mujer en el lecho de muerte cada vez le asfixia más. Su suegra también será un gran escollo en su ilusión de empezar de nuevo.

Y es que la situación se torna más que complicada son la suegra. La mujer usa todas sus armas habidas y por haber: la memoria de su hija, su relación con su yerno, intenta poner a su propia hija en contra de la institutriz, incluso acaba teniendo problemas maritales porque su marido se posiciona con Argemiro. Un poco de todo. La mujer cada vez se desespera más y no se fía de que exista solo una relación laboral.

Por su parte, Alice tiene que vencer unos cuantos obstáculos. Es su primer trabajo, joven e inexperta y tiene a toda la mansión en contra. Su jefe no quiere verla, tiene que ganarse la confianza de su pupila (quien no le pone las cosas fáciles en un principio) y acabará conociendo a la suegra de Argemiro (la guinda del pastel).

La verdad es que no conocía a esta autora, era uno de los libros que más me llamaba la atención de las novedades de 2022 de Libros de Seda y no me ha defraudado. Es un clásico cortito que engancha desde el principio, muy ligero y entretenido. Un soplo de aire fresco para lo que estoy acostumbrada, nos vamos a Río de Janeiro de principios del siglo XX. Me encantaría leer más novelas de ella.










2 comentarios :

  1. Hola Marta, feliz año preciosa. Pues la verdad es que me atrae mucho la sinopsis. Besos :D

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  2. Hola!
    No conocía el libro, pero suena interesante de leer. Y más por la época y el lugar en la que se sitúa.
    Un beso!

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