Durante cincuenta años, Henry Evans se ha dedicado a cuidar la hierba de Wimbledon. Ahora, nos cuenta la historia de su vida, de su gran amor; la historia de Rose.
Gran Bretaña 1938. Para la jovencísima Rose Blake, Wimbledon es el lugar de sus sueños, allí donde pueden cumplirse. Sin embargo, no es el momento: sus padres esperan de ella que se convierta en una buena esposa, no en una tenista profesional, y suelen salirse con la suya.
Para Henry Evans, Wimbledon es el lugar en que más cerca llegó a estar de Rose. Porque ambos adolescentes pertenecían a mundos distintos: ella era la hija de una familia rica, sabía tocar el piano y estudiaba francés. Él, cuya madre murió prematuramente, formaba parte del servicio y vivía en la propiedad por el único motivo de que su padre era el jardinero de la finca.
Sin embargo, la vida les unió: él fue su recogepelotas y ella le enseñó a jugar al tenis. Se hicieron amigos, se enamoraron… Hasta que la guerra los separó. Y él siguió su destino: ser el jardinero de Wimbledon durante cincuenta años, mientras esperaba que ella, algún día, regresara.
Primera toma de contacto con Jane Crilly y, la verdad, espero poder leer más historias. No soy muy fan de las etiquetas pero bueno creo que es importante saber qué puedes encontrar en un libro para no llevar decepciones. Así que por si a alguien le sirve, este libro lo catalogaría como "narrativa femenina" (odio esta categoría) o novela sentimental, del estilo de «Agua para elefantes» de Sara Gruen.
La historia comienza con el despido de una joven redactora, de un día para otro pierde su columna de romances en la revista donde trabajaba. Dicha revista, busca centrarse en temas políticos, económicos... dar un lavado de cara y, por lo visto, no hay sitio para ella. A los pocos días, su antiguo jefe le contacta para un reportaje, debe entrevistar a Henry Evans, el jardinero de Wimbledon. La muchacha no se ve segura con el encargo, nunca había hecho algo similar pero necesita pagar sus deudas, así que no duda en acudir a la ceremonia que le dedican al jardinero y accede a la entrevista. Y así es como haremos un viaje en el tiempo de la mano de Henry Evans.
Conoceremos al Henry de catorce años, cuando la muerte de su madre está reciente como una herida abierta. Su padre y él deciden empezar de cero en otro sitio, y así acaban en la mansión de los Blake. Dicha familia está compuesta el señor y señora Blake y sus tres hijos: Liam, Cooper y Rose.
Liam es el hermano más sosegado y ya desde bien pequeño sabe qué responsabilidades le esperan en un futuro. Cuando Henry le conoce ya es mayor de edad, le trata con simpatía pero con formalidad. Mientras que Cooper es el más sensible e inconformista de los hermanos, con dieciséis años tiene a sus padres desesperados con sus ideas y sus idas y venidas. Por último, Rose es una joven de catorce años temperamental e impaciente, cuyo sueño es convertirse en tenista profesional.
Henry vive con su padre en la zona del servicio, mientras su progenitor trabaja como jardinero, él acude a la escuela e intenta aprender el oficio de su padre para ser un buen sucesor. Por nada del mundo quiere abandonar la mansión. Rose y Henry se convierten en amigos rápidamente, comparten sueños y futuro, a medida que los meses van pasando, su amistad va evolucionando y poco a poco crearán un vínculo inseparable.
La plácida estampa de confidencias en el árbol, practicar tenis, cantar 'Ally Croaker' y leer poesía, se ve interrumpida por el estallido de la Primera Guerra Mundial. El primero en alistarse fue Liam, al cumplir los dieciocho Cooper también es llamado a filas y, años más tarde, también le tocará a Henry.
Henry y Rose no solo tendrán que luchar contra las clases sociales sino también con la distancia y silencio en medio de una guerra. Al final ¿qué pasó con Ally Croaker? ¿le espera el mismo destino a Henry y a Rose?
Henry no fue jardinero durante cincuenta años en Wimbledon porque le gustara el tenis, sino por una promesa hecha a Rose.
No hay comentarios :
Publicar un comentario