Figura clave del feminismo canadiense contemporáneo, Martine Delvaux es asimismo una de las autoras más relevantes del panorama literario francófono de nuestro tiempo. En El mundo es tuyo, indaga en el pasado, el presente y el futuro de las mujeres y reflexiona sobre la transmisión de los valores cívicos feministas a través de una carta dirigida a su hija que oscila con soltura de lo particular a lo universal.
¿Es posible pensar el feminismo, se pregunta Delvaux, sin pensar en el amor? ¿Puede una escritora, profesora universitaria y activa militante por los derechos de la mujer, abrumada por sus ocupaciones, situar pese a todo ello a su hija en el centro de su vida? El mundo es tuyo es un libro sobre la maternidad, el cuidado y la responsabilidad, pero sobre todo sobre el amor incondicional de una madre por su hija y sobre cómo este amor informa y robustece el pensamiento feminista de nuestros días.
Clarissa Dalloway y su invitada reúne dos ejemplos de ese estilo moderno de narrar las cosas que Virginia Woolf estaba descubriendo y que culminaría un año después con la novela La señora Dalloway.
Clarissa Dalloway y su invitada reúne dos cuentos que orbitan alrededor de la aclamada novela La señora Dalloway (1925): «La señora Dalloway en Bond Street» y «El vestido nuevo». La autora juega con la cadencia a través de la puntuación y nos sumerge en un flujo de conciencia donde lo personal e íntimo se funde con lo impersonal y ajeno. «No tengo la menor duda de que he descubierto la manera de comenzar a decir algo (a los cuarenta) con mi propia voz; y esto me interesa de tal manera que creo que puedo seguir adelante sin necesidad de elogios».
Un día, el viento encontró una carta perdida. La lluvia había borrado las letras del sobre y no se podía saber para quién era ni quién la había escrito. Pero la carta decía unas palabras preciosas: «Te quiero». Por eso, el viento la hizo volar alto alto y la empujó fuerte, muy fuerte. La carta encontraría su destino y haría que alguien se sintiera querido. Pero el viento no podía imaginarse que la carta caería en la cabeza del Sr. Gato, siempre malhumorado y encerrado en casa. ¿Siempre? Tal vez la fuerza de las palabras pueda cambiar su vida.
Un lluvioso día, un cartero acaba por extraviar una carta, el papel no soporta el agua y acaba por borrar todos los datos del sobre. Lo único que se logra salvar es el contenido de la carta que tan solo dice «te quiero».
El viento decide impulsarla y que el destino haga lo suyo, con tanta suerte que la carta acaba entrando en la casa de Sr.Gato.
Sr. Gato es un minino refunfuñón y solitario, que rehúsa toda compañía. Pero en cuanto lee la carta, no puede evitar sentirse halagado ¿pero quién habrá sido?
Busca por todo el pueblo e intenta averiguar su identidad ¿será la Sra. Oca? ¿Gallina o el Perro Labrador? Durante sus pesquisas, ayuda a sus vecinos para lograr adivinar la identidad, todos acaban marchando sin ni siquiera darle las gracias.
Sr. Gato decide abandonar su búsqueda y vuelve a su casa. Y ahí encontrará algo mejor que la identidad del susodicho, porque por fin sabrá lo que es sentirse querido.
Es una historia muy bonita con unas ilustraciones increíbles.
Reseña: Willow - Cat Min
Edad recomendada: +7años
Willow vive en un buzón abandonado y le gustar estar ahí. Fuera, los niños gritan y los balones de fútbol chocan, los árboles parecen monstruos y la lluvia es tan ruidosa que da miedo. Es mucho más agradable quedarse dentro, dibujando. Pero entonces un niño deja caer una carta en el buzón de Willow: es una nota para la luna, pidiéndole un favor especial. Willow sabe que si no se atreve a salir al mundo exterior, la carta nunca será entregada y el niño nunca cumplirá su deseo. ¿Debe intentarlo al menos? ¿Podrá hacerlo?
¡Qué cuento más bonito! Tengo muchas ganas de presentarle a mi sobrina a Willow, aunque tendré que esperar un par de años porque aún es un pequeña.
Willow es una coneja que vive dentro de un buzón abandonado, en su pequeño espacio se siente segura y le cuesta mucho relacionarse con el exterior. Su entorno le proporciona paz.
Hasta que un día, un niño deja una carta en el buzón, sin saber que llevaba mucho tiempo sin usarse, cuando Willow la lee no puede evitar querer ayudar al pequeño Theo. Así que no duda en cumplir su deseo y le hará llegar la carta a su destinatario, el problema es que tiene que dársela a la mismísima Luna.
¿Cómo llegará a la luna? Por mucho que salte, no logra alcanzarla, así que se le ocurre un par de planes... ¿logrará dar el mensaje a tiempo?
Willow consigue vencer su miedo y romper con esa burbuja invisible de "seguridad".
La historia es muy emotiva y las ilustraciones son preciosas. Se nota el trabajo y el cariño que le ha dedicado la editorial a este cuento.
Reseña: Cartas de la ardilla a la hormiga - Toon Tellegen
Edad recomendada: A partir de 6 años
En esta vida pocas cosas hacen más ilusión que recibir la carta de un amigo. Abrirla, leer las primeras palabras, sentir que otro, en algún lugar, pensó en nosotros y decidió enviarnos unas líneas.
Este libro está lleno de cartas curiosas, tan tiernas como disparatadas. En él encontraremos la correspondencia entre una ardilla y su querida amiga, la hormiga. Y una carta escrita al sol. Y una carta escrita en la tripa de un elefante. Cartas que surcan los aires y que se cuelan bajo las puertas para llegar a su destino, y hacer felices a quienes las reciben…
¡Qué libro más bonito! Desde la edición, ilustraciones y... ¡las cartas!
Empezamos con el elefante, la hormiga y la ardilla mandándose cartas, aunque cada vez se irán animando más animales (y algún que otro objeto como la carta, mesa o el sol). Cada animal tiene su rol, por ejemplo el pulgón es muy tímido. Y no todos los animales están con el mismo ánimo, a veces están tristes y hablan sobre ello a través de sus cartas.
La primera carta de la ardilla fue un tanto caótica, escribía frenética sus pensamientos sin ordenarlos, aunque después le fue cogiendo el tranquillo y el receptor entendía lo que quería decirle.
El elefante consiguió su baile, la hormiga su miel y el oso sus tartas. Y el topo decidió que con mandarse cartas a sí mismo tenía bastante.
Es un libro muy bonito que muestra una tradición que parece que se ha perdido en el tiempo: el poder de las cartas (y de la escritura).
Tiene reflexiones muy bonitas y situaciones divertidas.