Reseña: Pilar Prim - Narcís Oller

Una joven viuda, un ambiente opresor y un testamento que pretende enterrarla en vida.

Pilar Prim se convierte en viuda siendo muy joven y, en su testamento, su difunto esposo dispone que no vuelva a casarse si quiere conservar los bienes que él le ha legado en herencia. Sin embargo, una mujer como ella, en la flor de la vida, se niega a cumplir tal imposición para el resto de sus días. Cuando conoce a Marcial Deberga, un hombre más joven que ella, se deja seducir por él, iniciando una relación de consecuencias imprevisibles. Tendrá así que enfrentarse a los mezquinos intereses de su familia y a los prejuicios sociales de la época. ¿Logrará, a pesar de todo y de todos, hacerse con las riendas de su vida?

La primera edición de esta historia fue publicada en catalán en 1906 y es sin duda la novela más madura de su autor y, si cabe, también la que contiene tintes más claramente feministas. Fue traducida al castellano por primera vez en 1951, y ahora, Libros de Seda la recupera para el público general, con una nueva traducción, completamente actualizada.

Reseña:

Se publicó en 1906 siendo el idioma original el catalán, Libros de Seda la ha traducido al castellano dándole una edición cuidada y una cubierta espectacular. Habla de los convencionalismos sociales de la época y lo mejor de todo es que estamos en Barcelona, he leído un montón de Londres e incluso de Nueva York pero es la primera que leo de este estilo en Cataluña. Pasamos por Barcelona, Torelló, Cerdaña, Puigcerdà, San Martí de Provençals, Vic... (muchos sitios de refilón por un viaje en tren).

Se agradece el esmero que han puesto con la novela, cuando los autores hablan en castellano aparece en cursiva, las notas a pie de página para entender las críticas que hacen los protagonistas o a qué se refieren. Por ejemplo: Círculo del Liceo (club privado exclusivo para caballeros), Tratado de los Pirineos de 1659 respecto a Cerdaña, San Martí de Provençals (referido a una broma sobre las chimeneas que yo no lo había entendido hasta que leí la aclaración) y otras.

La novela me ha durado un suspiro, en el primer capítulo ya empieza a haber movimiento y conocemos rápidamente a los protagonistas. Tenemos los dos puntos de vista.

Al principio, Marcial y yo no comenzamos con buen pie, durante el viaje en tren fue bastante insoportable, pocos pasajeros quedaron sin que les hiciera un traje. La soberbia va menguando a medida que avanzamos en la historia.

Por otro, tenemos a Pilar Prim una muchacha que se casó por conveniencia cuando era joven, empujada por su tía, su matrimonio no fue bien y ahora parece que ha despertado. Es una mujer con fuertes convicciones que se rebela contra los dictámenes de la época. Ella sacrificó su juventud en un matrimonio difícil y su marido fallecido pretende controlarla incluso en otra vida. En más de una ocasión habla de los celos enfermizos de su cónyuge. Tanto es así, que por testamento si Pilar rehace su vida casándose de nuevo, todo lo que consiguió con el matrimonio anterior se esfuma, perdiendo todo privilegio y fortuna.

Pilar se da cuenta que quiere empezar a vivir, sentirse valorada y querida, tendrá que valorar qué pesa más: si lo que ha conseguido o lo que quiere para su vida.

Sin ánimo de desvelar toda la trama, Pilar y Marcial tendrán que enfrentarse a varios retos poco convencionales (o vistos) en la época: diferencia de edad (tres o cuatro años no recuerdo bien), herencia y...otras candidatas.

Pilar fue madre muy joven, tiene dos hijos (Elvira y Enriquet) y en más de una ocasión a su hija y a ella las toman por hermanas, esto es positivo para una pero para la otra...parece que tienen gustos similares.

En resumen, no había leído nada de este autor y mi valoración final es que me gustó pero me faltó ese "viaje a la época" que sí que consiguen autoras contemporáneas (Julie Klassen) o de otro período (Jane Austen, Louisa May Alcott, etc) , y no sé a qué se debe quizás a su estilo de escritura impersonal, da la sensación cuando acabas de la novela que no terminas de conocer del todo a los protagonistas, le falta esa pizca de humanidad (que cobre vida el personaje) para empatizar con ellos sin importar el tiempo ni el lugar.