Shirley está deprimida porque su novio de toda la vida la ha dejado y no acaba de asumirlo. Su amiga Karen, harta de aguantar sus lloriqueos, insiste en que salga con ella y por una noche se olvide del paquete de Kleenex. Shirley accede sin imaginar hasta qué punto esa decisión cambiará su rumbo. John Clayton estudia en la Juilliard School, la escuela de música más prestigiosa del mundo. Trabaja como camarero en el McGee’s y toca el violín en un grupo de rock. Vive marcado por un trágico suceso, pero disfruta de una vida apacible en New York. Hasta que una noche sube al escenario y tropieza con unos bonitos ojos que parecen tocar su alma. Por encima de todo Shirley y John comparten algo que los une: su amor por la música. Pero a veces las personas que supuestamente están más cerca de ti, son las que menos te comprenden, y ambos tendrán que vencer infinidad de obstáculos para lograr que sus sueños se hagan realidad.
Hoy vengo para contaros otro de mis días por tierras inglesas -y tiene que ver con la literatura-. Por fin he conocido la mítica estación de King's Cross y aquí mi experiencia:
Llegar a la estación no fue problema -hay metro y bus- el dilema era encontrar el carrito en un edificio tan grande, como era de esperar entramos por el sitio equivocado. ¡Pero no nos arrepentimos!
Después de escuchar un mini-concierto de piano, visitar algunas tiendas y preguntar dónde demonios estaba el andén 9 3/4 llegamos ¡menuda sorpresa al ver la pedazo de cola! Yo no paraba de repetir a mi hermana que quería una foto normal (vamos sosa y aburrida pero llena de felicidad) pero no fue posible, había dos chicos que te decían cómo posar y te ponían la bufanda de la casa que querías.
Un fotógrafo de la tienda te fotografiaba -valga la redundancia- sí o sí y tú podías sacar tus propias fotos con un móvil y no comprar las imágenes profesionales. Era necesario posar dos veces -para mi desgracia- una así:
La pongo pequeña porque aún me sigue dando vergüenza: escogías una varita, señalabas el cartelito y levantabas tu pierna izquierda.
Del segundo posado no voy a colgar la foto porque es DEMASIADO, os explico cómo era: el fotógrafo te decía one, two, three y saltabas. Sin más.
No te obligan, que conste, pero como no os conoce nadie... pues les sigues la corriente.
Aquí atendiendo a las explicaciones de cómo posar
De a tienda -que está justo al lado del carrito- me esperaba más del merchandising, la mayoría lo podéis conseguir en Amazon, Zavii... Don Internet vende de todo, aún así no me fui con las manos vacías porque me hacía ilusión tener algo de recuerdo:
La foto impresa (también te dan un código para bajarla en digital)
Marcapáginas e imán de Animales fantásticos y dónde encontrarlos
Bolígrafo de Slytherin
Cerca de la estación -bueno más o menos próximo- tenéis Baker Street, allí encontraréis el museo de Sherlock Holmes y un par de tiendas súper chulas inspiradas en el personaje. No pude ver el museo pero cuando vuelva a Londres de nuevo, tengo pensado entrar ¡así que ya os contaré!
Cerca de esta tienda hay otra con cosas frikis ¡que me encantó! se llama Alef es una librería que tiene un apartado de chucherías literarias como:
Plaquita de metal de Harry Potter y Marcapáginas de Jane Austen
Título: Los hijos de Édora – El vínculo (editorial Red Apple)
Género: Fantasía oscura y romance.
Saga: Sí (de momento están terminados los dos primeros,
pero no descarto que haya más en un futuro).
Sinopsis:
En
una eterna lucha donde no existe el bien ni el mal absoluto, tan sólo dos
bandos enfrentados. Donde la luz encierra más oscuridad de la que se cree y en
las tinieblas puede crecer la esperanza. Nacerán dos seres muy distintos
destinados a estar juntos y derribar cualquier barrera que pretenda separarlos.
Empezando por una cruenta guerra de siglos de duración y la imposición de una
sociedad alimentada por el odio.
Presentación de los personajes:
Alidaen:
Alidaen
es una dalariel, una habitante del oeste que ha sido desterrada y condenada a
vagar por la Bruma hasta el fin de sus días.
No
sabe cuánto tiempo lleva perdida, ni los motivos que la llevaron hasta allí. Y
aunque está agotada no cesa en su empeño de sobrevivir y seguir adelante día
tras día. A pesar del horror que la rodea y las constantes amenazas, sabe que
su búsqueda no ha acabado, y que debe seguir adelante, aunque a veces el final
se le antoje demasiado tentador…especialmente si este viene acompañado de la
visión de unos ojos grises que la atrapan desde el principio.
Thaerion:
Thaerion
es un cazador, y como tal disfruta de la persecución de sus presas allí donde
los condenados por el ejército enemigo van a cumplir su penitencia, destinados
a caer en el olvido y convertirse en espectros, o a vagar sin rumbo a la espera
del fin de su castigo.
Él
se encarga de darles su merecido descanso.
Pero
nunca habría podido imaginar que una de sus presas llegaría a despertar los
recuerdos que celosamente guardaba para sí, y que harán que sus prioridades y
motivaciones se vean seriamente trastocadas.
Personajes secundarios:
Kheran:
Kheran
Laremion es el primogénito de una de las casas nobles más influyentes de la
sociedad vanarian, los Laremion. De carácter firme pero paciente, los años han
hecho de él un Vanar capaz de ganarse el respeto de su pueblo, y lo han
convertido en el mayor orgullo de su padre Rethan. Es el hermano mayor de
Thaerion y Tanathya.
Tanathya:
Tanathya
es la mediana de los hermanos Laremion, capitana del ejército Vanar y una
férrea luchadora que no soporta que la menosprecien por su sexo. Es la persona
más cercana a Thaerion, y la única que sabe cómo tratarlo.
Rethan:
Rethan
es el líder de la casa Laremion y padre de los tres hermanos. Como cabeza de
familia y general del ejército Vanar carga con una gran responsabilidad sobre
sus hombros y es extremadamente férreo en su conducta y severo con sus hijos.
Thalassia:
Segunda
esposa de Rethan Laremion y madrastra de los hermanos, así como una de las
hechiceras más valiosas con las que el ejército cuenta como aliada. Es una
mujer ambiciosa con las ideas muy claras, a la que le gusta tener todo bajo
control.
Fragmento de la novela:
“Una mujer, pensó al distinguir las
curvas que se perfilaban bajo su manto mientras intentaba salir cuidadosamente
de la trampa donde ella misma se había metido.
Pobre criatura.
Pudo distinguir el áureo reflejo de su
cabello al incorporarse, y algo sorprendido, vio como la mujer giraba su vista
hacia los lados como si le hubiese escuchado llegar. Rápidamente se ajustó la
capucha, ocultando a la vista sus rasgos, aunque se podía distinguir bajo esta
la palidez de su estrecha barbilla.
Una débil mueca de satisfacción se
dibujó en el rostro de Thaerion, puede que hasta le resultase divertido ese
trabajo.
Esta vez a propósito, volvió a rozar con
la planta del pie una rama seca, y presionó ligeramente para comprobar la
capacidad auditiva de su víctima. La mirada de la joven se clavó en el lugar
exacto entre los árboles donde se encontraba, y alzó la cabeza tratando de
vislumbrar entre la oscuridad el origen del sonido. Estirando su esbelto cuello
por debajo de su capucha y retirándola un poco para ampliar su visión.
Asombrado, se ocultó tras el tronco de
un árbol aprovechando su capacidad para fundirse entre las sombras.
No le había dado tiempo a ver su rostro,
pero aquella mujer ya despertaba en él una gran curiosidad y el deseo de
disfrutar de su caza. Hacía tiempo que no le apetecía tanto jugar con su
víctima.
- ¿Pequeña,
eres tú? – preguntó ella, vacilante.
Un ligero estremecimiento recorrió su
espina dorsal al escuchar el sonido aflautado de su voz.
Como respuesta, se movió con rapidez
hacía el árbol más cercano, dejando que el suave murmullo de sus ropas la
pusiese en alerta. Quería que le escuchara, que sintiese que la estaba
acechando y poder oler su miedo impregnando cada poro de su piel.
Aquella desterrada poseía unos
extraordinarios sentidos capaces de discernir sonidos que cualquier humano
normal y corriente era incapaz de percibir, pero no era más que una simple
presa. Y Thaerion quería que fuese consciente de su papel en aquel juego antes
de abalanzarse sobre ella y devorar su vida con las ansias de un depredador.
Hacía tiempo que no alimentaba a su
Señor. Y ya podía sentir su sed ante la perspectiva de una buena caza.”
Dónde comprarlo: Amazon: (versión digital) http://amzn.to/2m3fvt6 (versión en papel muy pronto)
