Charlotte quiere ser la primera mujer de su familia en ir a la universidad. Pero todo se trastoca cuando conoce a Tate Collins, la joven estrella del rock.
Una historia de amor en la que está prohibido el contacto físico... pero ¿quién puede controlar los juegos de la imaginación y el deseo?
«Esto es lo que siempre he querido: sacar las mejores notas de la clase, que mi abuela esté orgullosa de mí y, sobre todo: ser la primera de mi familia en ir a la universidad.
»Mi madre y mi hermana estaban obsesionadas con los chicos, el amor y el sexo. Tanto, que se olvidaron de lo que querían para el resto de sus vidas. Y lo perdieron todo. Por eso, yo he jurado que nunca perderé la cabeza por un chico.
»Pero eso fue antes de Tate.
»Antes de que el cantante con más éxito del mundo se fijara en mí.
»Antes de los aviones privados, las citas secretas y las letras de canciones sobre nosotros.
»Hay tanto que no sé... como por qué dejó la música, dónde va cuando no estamos juntos, qué secreto oculta su pasado. Pero cuando nos besamos, el resto de mi vida queda muy lejos. Y ahora... ya no sé lo que quiero.»
Charlotte, de 17 años, no está nada segura de las intenciones de Tate, la joven estrella del rock que parece haberse enamorado de ella. ¡Ni siquiera está segura de que él vaya en serio! Pero Tate la visita en el trabajo y le manda flores al instituto, y Charlotte no puede resistirse... Tate acaba estableciendo unos límites hasta que ella se gradúe: nada de contacto físico.
Lo que comienza como una atracción física se transformará en algo mucho más profundo a medida que van poniendo a prueba los límites que se han impuesto.
Reseña:
¡Qué difícil es esta reseña! Todavía no sé si decir si me ha gustado o no, tengo un pie en cada lado. Digamos que es una novela cargada de luces y sombras.
Por un lado, al principio la historia engancha, Charlotte con su aire atormentado y recelosa de todo y de todos, tiene un objetivo claro y nadie podrá apartarla de él. Pero por otro... es muy difícil empatizar con ella, no transmite y no sé creo que la novela ganaría más en tercera persona.
Me explico, la primera persona me encanta (sobre todo cuando alternas entre los protas) porque estás en la cabeza de ambos y los conoces mejor. Pero hay que saber "jugar" con este estilo, porque en caso de utilizarlo mal puede ser una arma de doble filo. Y creo que en este caso le ha salido el tiro por la culata. Charlotte me resultó aburrida e incluso un poco egoísta y no acabé de entenderla.
Charlotte no vive entre algodones, tiene que trabajar en la tienda de muñecas de su madre para echarle una mano, su tiempo libre se reduce a... cero. Estudia y trabaja como una condenada, su meta es labrarse un futuro mejor y poder pagarse sus estudios. Cuando conoce a Tate todo se derrumba como un castillo de naipes.
El tira y afloja del principio me gustó pero a medida que avanzaba la relación la historia perdía fuelle. El estilo de la autora es ligero, tipo Blair Holden -pero sin su sentido del humor-, sencillo y sin grandes descripciones pero con muchos diálogos, haciendo una lectura amena. Este estilo es agradable pero hay que tener cuidado porque lo "ligero" puede convertirse en "simple" y perder coherencia.
La relación entre Tate y Charlotte es un 'instant love' y por parte de él no me lo acabo de tragar. Siento que ella pone toda la carne en el asador y él mientras tanto la guía, cuando empiezan a tantearse y a buscar algo más él cambia su look perfectamente, ¿pero no la quería como era? ¿no le atrajo en realidad su estilo "normal? El carácter que nos presenta la autora de un alma independiente, fuerte, que no se deja avasallar... Charlotte lo va perdiendo en cada página, difuminando su identidad.
No era un mal planteamiento ni creo que sea una mala novela, pero me esperaba mucho más. Sobre todo con los primeros capítulos que prometían grandes cosas. La novela es entretenida para una aburrida tarde de un domingo pero no será de las que perduren en tu memoria. Es una lástima.
La autora tenía ingredientes necesarios para hacer un novelón, explotando más la profesión de Tate y las firmes convicciones de Charlotte, así como los problemas de la joven.
Flower. Un amor intenso es una novela de 'suficiente' cuando podía haber llegado al notable e incluso sobresaliente con facilidad.
Hola! Al principio me llamaba bastante la atención pero a medida que iba leyendo comentarios sobre la novela me fui dando cuenta que no es el tipo de libro que quiero leer ahora mismo. Por lo que por ahora dudo mucho que lo lea.
ResponderEliminarbesos!!