Amor y otros desastres - Rachel Gibson.

La vida de Faith va de desastre en desastre cuando su anciano y millonario esposo, Virgil Duffy, muere repentinamente dejándole en herencia el equipo de hockey de los Chinooks de Seattle. Ella no tiene ni idea de cómo gestionar el club y su hijastro está dispuesto a todo para arrebatarle la propiedad del equipo. Y, por si eso fuera poco, tendrá que enfrentarse al capitán del mismo, Ty Savage.

La existencia de Ty se centra en una sola cosa: ganar la copa Stanley. Para ello tiene que conseguir que la conejita de Playboy, que es ahora la propietaria de los Chinooks, deje de meter la pata y de convertir su vida en un perpetuo desastre.

Pero lo peor de todo ocurre cuando Ty y Faith comienzan, sin saber muy bien cómo, una relación que también parece abocada al desastre porque, ¿qué puede ser peor que enamorarse de la persona inadecuada?

Rachel Gibson consiguió que sus dos primeras novelas fueran incluidas en la lista de los diez mejores títulos del año por la asociación Romance Writers of America. También ha ganado otros galardones como el RITA y el National's Readers Choice. Entre sus novelas cabe destacar Simplemente Irresistible y Jane juega y gana. Vive en su ciudad natal, Boise (Idaho) con su marido y sus hijos.

Admito que al leer la sinopsis pensé en la novela de 'Tenías que ser tú' de Susan Elizabeth Phillips, tienen su parecido, así que pensé que si la de SEP me encantó esta no sería menos.

Duffy acaba de heredar un buen peñizco de la herencia de su marido, no solo dinero sino que también tiene uno de los mejores equipos e hockey. Pero los miembros de éste no tiene a Duffy mucho cariño, están deseando que venda al equipo a alguien que tenga media idea de hockey, y que a poder ser puedan conseguir su deseo: ganar la copa Stanley.

La muchacha está rodeada de enemigos pero los que se llevan la palma es la familia de su difunto marido. Nunca le tuvieron mucho cariño ya que siempre pensaron que estaba con el señor por su dinero (tenía 80 años y ella tien 30... la diferencia es considerable) no la tienen por mejor que una arpía.

Pero la dulce Duffy no es una oportunista como la quieren poner, tuvo una vida difícil y tuvo que trabajar de noche bailando y desnudándose, haciendo portadas para revistas muy ligera de ropa... y tenía cierta fama en el mundo, hasta que su marido la saca de ahí y le proporciona una vida mejor. Los rumores y las hirientes críticas nunca abandonaron a la peculiar pareja.

Ty, el capitán del equipo, no es mejor que ellos, y antes de conocerla personalmente ya tiene ideas preconcebidas. Poco a poco se van conociendo y los muros invisibles que alzaron desde un principio caen, con ingenio y mucha sensualidad, esta pareja da mucho de sí.

El único pero que le pongo es que me hubiera gustado más profundización en dos aspectos: en el pasado de Duffy, que lo hablara en profundidad con Ty y la relación con los jugadores que no acabó de cuajar. Tampoco estaría mal añadir cómo se toman éstos el final de la novela.

Pero bueno, en general, me ha encantado, me duró un suspiro, menos de un día.

Valoración: Muy bueno.

Agradecimientos a la editorial.